3- Durmiendo juntos

1.1K 77 24
                                    

Argentina y México habían acordado para pasarse la noche viendo pelis en la casa del mexicano. Llegó la hora y Argentina se dirigió allí rápidamente. Estuvieron toda la noche viendo películas de todo tipo.

Más tarde, ambos estaban muertos de sueño, y ahí se vino un problema para los dos: la cama. México solo tenía una cama en su cuarto, Argentina le dijo que él podía dormir en el mueble de la sala, solo para no incomodarlo.

México: No mames, cabrón ¿Tú te quieres morir de frío o que pedo?

Argentina: Entonces, che ¿Tú que propones?

México: Creo que la única opción que nos queda es dormir juntos

Argentina: *se sonroja* ¡¿QUÉ?!

México: A ver, dame una mejor idea

No dijo nada. No les quedaba otra opción. 

Alistaron todo para dormir, México apagó la luz y ambos se echaron en la cama. Argentina estaba realmente incómodo por estar durmiendo con él, era raro; dormir con su mejor amigo, quien se lo imaginaba.

Argentina no podía dormir, se sentía incómodo por estar demasiado junto con México. A pleno desvelo, el argentino siente que un brazo pasa por sobre su pecho, era México, este lo acerca directo a él y lo abraza realmente fuerte. Argentina intentó safarse de él, pero le era inútil, no podía.

México: *dormido* Te... quiero... mucho

Argentina se sonroja y se queda con ojos de plato, él quería creer que lo dijo solo porque estaba dormido, pero las palabritas no acabaron ahí. Mientras Argentina intentaba cerrar sus ojos para poder dormir, escuchó algo parecido a lo anterior.

México: *dormido* Te... amo...

Silencio de nuevo. Esas dos palabras rondaron por la mente del argentino por varios minutos, ya no intentaba liberarse de los brazos de México, parecía sentirse cómodo ahí. No pudo evitar soltar una sonrisa. Más palabras.

México: *dormido* Me gustas... mucho... quédate... conmigo

Decidido, no se movería de allí. Estaba cómodo escuchándolo, no le importaba si solo lo decía porque estaba dormido, simplemente se quedó allí. Abrazado, mientras escuchaba aquellas bellas palabras que fluían como música, algo simplemente melodioso y hermoso.

Al día siguiente, Argentina se despierta y ve a México quitándose su camisa para cambiarse.

Argentina: Buenos dí... ¡AY!

México: Oh, buenos días, wey

Argentina se cubre la cara con la almohada para no ver aquella imagen. El otro se le acerca y le agarra del mentón, le da una sonrisa.

México: Oye... ¿Te gustó lo que te dije anoche?

Argentina: ¡¿Lo dijiste enserio?!

Pobre. Casi se desmaya.

30 días de OTP (Mextina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora