30 días de OTP (Mextina)

5- Masturbación al pasivo

Japón: ¡ES MI VENGANZA!

Argentina: Maldita loca ¿Qué me hiciste?

Típico de Japón, convirtiendo a los ukes en nekos omegas. Su plan era que a Argentina le diera el celo siendo omega para que así esté con México.

Más tarde, en la noche para ser exactos, México vio a Argentina con cola y orejas de gato, él intentaba no reírse por más fuertes que sean sus impulsos.

Argentina: ¡¿Qué me miras, boludo?!

México: Ya wey, no te enojes

Argentina: ... Nya~

Tal como se esperaba, le dio el celo. 

México se acercó a él para ver que le sucedía, lo levanta y lo lleva directo a su habitación para intentar ayudarlo (sí, claro 7u7).

México: ¿Estás bien?

Argentina: S...sí, n...no te preocupes... kya~

México: *pensando* Así que... está en celo ¿No? Pues...

Estira su mano hasta donde estaba la cola de Argentina, este corresponde con un tierno gemido que hace sonreír al mexicano. Argentina intenta apartarlo, pero resulta que México ya lo tenía acorralado en la cama.

Argentina: ¡¿Qué... estás haciendo?!

México solo lo mira con una sonrisa, para después ir bajando su mano hasta la falda de el pasivo (es que como no tenía como acomodar su cola... pues... ustedes ya captan la idea :v), empezó a masajear el lugar donde se encontraba su miembro.

Argentina: ¿Q...qué... estás... ay~ haciendo?

México: Tratando de calmarte

Saca su miembro de su ropa interior y empieza a mover su mano de arriba a abajo, haciendo que el omega se excite demasiado, soltando gemidos de lo que parecía ser placer.

Argentina: Nya~... se siente... kya~... bien...

México: Sabía que te iba a gustar

Él siguió moviendo su mano. Ambos compartían el mismo sentimiento de placer en aquel momento, aquella lujuria que invadía el ambiente parecía ser interminable, algo tan profundo...

Argentina: Más... nya~... más... rápido... quiero... más

México: Si tú lo dices

Empezó a mover más rápido su mano, Argentina respondía con gemido tan dulces mientras iba pidiendo más y más.

Después de estar un rato así, parecía haber llegado al climax. Argentina se sujetaba de las sábanas y México lo miraba con aquella sonrisa coqueta que hacía que el momento fuera mejor cada vez.

Argentina: Creo que... ugh~... me vengo

Se corrió en la mano de México, mientras soltaba un grito de lo que parecía ser la representación del placer que estaba sintiendo en ese momento. Ambos respiraban agitados, con sus respiraciones cruzándose a medida que se acercaban para sumirse en un beso.

México: Te amo~

Argentina: Y... yo a ti~

Se quedaron ambos dormidos, para luego despertar recordando aún lo que había sucedido.