4- Chupón

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Lo mismo de siempre. México se emborrachaba y Argentina intentaba que él no hiciera ninguna tontería.

Argentina: Por Dios, maldito atorrante, no sé cuántas birras te tomas que tan rápido te pones así

México: ¡CHINGA TU MADRE! *hip* Neta *hip* ¿Eso a quien chucha le *hip* importa, cabrón?

Argentina: Pues... a mí

México: Ssshhh, ando pedo, no te metas

Sube a su cuarto, su amigo solo se queda sentado, algo preocupado.

Más tarde, Argentina sube para intentar sacar a su amigo borracho de su cama, pero resulta que estaba dormido, parecía muerto. El argentino se sube a la cama para intentar sacarlo de allí, pero de pronto siente que unas manos lo jalan.

México: No creas que puedes sacarme así nomás

Argentina: Ay no... ya andas de baboso

México lo pone debajo de él, Argentina intenta liberarse, pero sus esfuerzos son inútiles, pues lo tenían agarrado de sus muñecas, por lo que no podía moverse. México se le acerca y le sonríe con cierto gesto de coquetería.

Argentina: ¡Suéltame!

México: Ya quisieras

Cuando se logra acercar lo suficiente le empieza a morder el cuello con aquel gesto de lujuria que quería darle a la situación, Argentina se mordía el labio interior, intentando no soltar ningún gemido para no darle gusto al mexicano. A medida que seguía, iba dejando marcas de las mordidas en su cuello.

Argentina: ¡Ay~! Ya... déjame, boludo de mierda

México: Cállate y disfruta, cabrón

Él le seguía mordiendo el cuello a Argentina, sin importarle las suplicas de este, diciéndole que por favor pare, pero en el fondo era obvio que lo estaba disfrutando más que nada. Argentina ya no paraba de gemir, sin importar que esas solo fueran marcas.

México: Parece que... al final sí te terminó gustando

Argentina: Solo sigue, atorrante

México: Me gusta cuando me dices así

Estuvieron así un rato, ambos con aquel mismo sentimiento de placer que hacía que aquel momento fuera realmente tan apasionante como se podría desear. 

Ambos terminaron dormidos, el uno bien abrazado al otro; Argentina totalmente cómodo en el pecho de México, con el sentimiento aún grabado en su mente, como si quisiera seguir pasándolo.

*Al otro día*

México: Buenos días... *bosteza*

Argentina: Buenos días

México: Un segundo... ¿Qué carajos haces aquí conmigo?

Argentina: Mejor que ni te enteres, estabas pedo, como tú dices

Empezó a reírse para sus adentros.

30 días de OTP (Mextina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora