Steven POV
Miraba a mi alrededor y solo lograba ver tristeza, una tristeza que inundaba la habitación.
-Acércate hijo, por favor.-Pidió mi madre débilmente a lo que yo obedecí.-No estés triste, sabíamos que esto sucedería. ¿No?.-Tomó mis manos y yo sostuve las suyas.
-Lo lamento mamá.-Mis ojos comenzaron a inundarse.-Perdón por no haber hecho lo suficiente.-No pude evitarlo y comencé a llorar con mucho dolor en el alma.
-Tranquiló, nada de esto es culpa tuya amor.-Soltó mis manos y con mucho esfuerzo me acercó a ella para abrazarnos.-Solo prométeme que buscaras la felicidad de ahora en adelante, que esto no te detenga, tú tienes una vida entera por delante.-Su voz y su agarre se volvían débiles, entre sollozos mi madre se iba en mis brazos.
-¡Te lo prometo mamá!-Grite por el dolor de saber lo que venía.
-Yo te amaré desde donde esté, sin importar nada, hijo mío.-Me calme un momento y le di el apoyo necesario para que ella se fuera en paz.
-Yo a ti madre, nunca dejare de amarte.-Ella comenzaba a soltarme así que me acomode junto a ella en su cama para abrazarla.
-Perla, Garnet, Amatista.-Habló mi madre débilmente pero con autoridad.
-¿Si, Rose?-Preguntó Perla con dolor en su voz mientras las antes mencionadas escuchaban atentamente con lágrimas en los ojos.
-Su misión final, mi última petición, cuiden de Steven y procuren que tanto el como ustedes encuentren la felicidad.-Sonrío de forma radiante, incluso con su piel pálida y la desnutrición notoria se veía hermosa.
-Lo prometemos.-Dijeron las tres al unísono para después bajar y apoyarse en una rodilla mientras sostenían su brazo en su pecho con lágrimas traicioneras invadiendo su rostro.
-Gracias a todas, no sabría qué hacer sin ustedes.-Dijo mi madre al borde de la muerte.-Steven, ten una buena vida y gracias por permitirme ser parte de ella por tantos años. Te amo.
Antes de qué diera su último suspiro me acerqué a su frente tratando de mantener la compostura para besarla y después decir en un susurro.-Te amo también.
Después de eso solo se escucho como sus signos vitales se detuvieron.
-Hora de la muerte, 22:37.-Las chicas y yo soltamos todo lo que teníamos guardado. Llorábamos y nos abrazábamos tratando de consolarnos.Horas después del funeral.
Veía cómo se llevaban el cuerpo de mi madre para completar el proceso de incineración cuando de repente un hombre de edad algo avanzada en un traje de general se aproximó a mi.
-¿Steven Quartz?-Preguntó con una voz rasposa y un tono militar.
-Si, ¿le puedo ayudar en algo?-Pregunté algo confundido.
-Si, me gustaría que me acompañes un momento afuera.-Yo asentí sin problemas y lo seguí hasta llegar a una limusina negra con vidrios polarizados y puertas gruesas. Sabía que seguía y eso no me gustaba nada.
El hombre me abrió la puerta y me invitó a pasar para después cerrarla tras de mi, dejándome con una mujer de edad avanzada que vestía un traje negro, estaba fumando un puro mientras bebía champaña.
-Hola Steven.-Dijo con la voz temblorosa.
-Disculpe pero, ¿la conozco?-Pregunté tratando de sonar firme.
-No, pero tú madre si lo hacía.-Al escuchar sus palabras no me sorprendí mucho y dije.
-Así que, ¿es parte de las crystal gems?-Cuestioné mientras me relajaba un poco más y desabotonaba mi saco.
-Vaya, vaya, vaya, parece que Rose te contó sobre lo que en verdad hacía ¿cierto?-Preguntó la misteriosa mujer para después beber de su copa.
-No fue fácil, pero con el tiempo me di cuenta de que ella hacía algo más que trabajar para el gobierno.-Comenté irónicamente mientras veía por la ventana.-Y dígame, ¿en qué puedo ayudarla?-La miré algo irritado.
-Esa mirada, idéntica a Rose muchacho.-Se burló un poco y después dijo.-No vengo a molestarte, al contrario, tú madre me pidió que te entregara esto cuando falleciera.-Me mostró tres cajas llenas de archivos y una caja con CD's y algunas USB's.-Dijo que tenías que saber la verdad.
-¿Sobre qué?-Pregunté mirando atónito tantos papeles.
-¡Nunca me dijo!-Habló la mujer mientras reía un poco.-No siempre sabía que sucedía dentro de su cabeza.-Miró a la nada algo melancólica.
-Es cierto...-Reí un poco de forma melancólica y recordé mi vida con ella.
-Pero bueno muchacho, lamento mucho tu pérdida.-Dijo tomando mi mano y estrechándola con ambas manos.-Oh! Una cosa más.-Abre la bolsa interior de su saco para mostrarme un aparato pequeño que se asemejaba a un USB muy moderno metálico con un botón rojo en el centro.-Cuando termines de digerir esta situación y de ver los archivos de Rose, saca esa USB y presiona el botón rojo del centro. Te tenemos una propuesta.
Observe un momento el aparato y asentí con la mirada.
-Muy bien, le dire a Gerald que ponga todas estas cajas en tu auto mientras terminas tus asuntos aquí.-El mismo hombre de hace rato me abrió la puerta invitándome a salir, yo estaba ya fuera de la limusina pero tenía que preguntarle algo.
-Gracias por todo pero, ¿Quien eres?
Ella me miró sacó unos lentes de su saco y me dijo.-Llámame Abuela Nanefua.
-Un gusto abuela.-Me despedí y me encaminé de vuelta a la funeraria.
Ya dentro me volví a encontrar con las amigas y compañeras de mi madre.
Perla dijo algo exaltada.-¿Steven Quartz donde estabas?-Sus ojos eran de enojo.
La miré algo nervioso.-Con la abuela Nanefua.-Dije algo divertido suponiendo que ya la conocían
Me miraron sorprendidas.
-¿Está todo bien?-Pregunté nerviosamente.
Se miraron entre ellas para después volver su mirada a mi y decir.
-Lo sentimos Steven tenemos que irnos.-Dijo Garnet seriamente mientras acomodaba sus lentes oscuros.
Perla dijo algo sorprendida-Pero Garnet tenemos que esperar las~
-Dije que tenemos que irnos.-Ordenó mientras la miraba con autoridad.-Amatista, prepara el auto para ir a la base 001.
-Pero~.Garnet la volteó a ver de la misma forma que a perla a lo que ella solamente replicó.-Está bien.-Dijo algo asustada para después mirarme y decir.-Lo siento Steven aun estamos en servicio.
-No te preocupes, creo que lo entiendo.-Después de eso Amatista se fue y Perla la siguió.
-Steven.-Me volteó a ver Garnet para inmediatamente darme el testamento de mi madre y decir.-El abogado ya hablo con nosotras y señalamos todas las cosas que te dejo tu madre.-La vi sorprendido.
-Pensé que tenía que estar presente.-Exclamé aun sorprendido.
Ella me miró con una sonrisa, acomodó sus lentes y dijo.-Ventajas de tener un puesto importante en el gobierno.
-Sin duda alguna.-Le dije para después sentir como me desacomodaba el cabello con su mano.-Ohh Garnet, ya no soy un niño.
-Eso no te hace menos tierno, pequeño.-Sonreí ante su comentario, algo que necesitaba ya que básicamente ella también era como una madre para mi.
-Bien es hora de que me vaya.-Se despidió y salió por la puerta principal dejándome solo en ese triste lugar.
Me senté durante un par de horas mirando a la nada y recordando a mi madre y sus regaños, la comida que me hacía, su perfume y cuando pasábamos la noche junto a las chicas viendo películas.
-Steven Quartz. Las cenizas de su difunto están listas.-Esa voz me saco de mis pensamientos para después reaccionar.
-Muchas gracias, ¿donde puedo recoger la urna?-La mujer me indicó el camino y pase por los restos de mi madre.
Salí del lugar y subí a mi carro, lugar donde se encontraban las cajas que me dejó mi madre. Miré los papeles que me dio Garnet y me decidí a abrirlos.Continuará...
Hola!! Pues miren aquí les va el detalle, esto es casi solo terapéutico para mi ya que no hay suficientes historias lapiven en esta plataforma y me gustaría aportar algo chido.
Soy su fiel escritor José un gusto y gracias por leer.