¡Tengo Algo Que Decir!

Acuerdo Ancestral.

Jamás lo pedimos, tampoco deseábamos tenerlo. Tal vez, fue tan solo un deseo inconsciente y reprimido que gritaba por convertirse en una verdad. Se apoderó de ambos y nos unión de tal manera y a tal grado, que no hubiésemos podido imaginarlo. Supongo que hace parte del misterio que somos tu y yo.

Resolución evidente, aunque inconsciente. Convicción anclada a una decisión espontánea, producida por deseos y razones no comprendidas en totalidad. ¡Pero esta hecho y es cierto! No hay tiempo para las dudas. No tienen cabida los temores o barreras que quizás pudiesen impedir hacerle frente a esta realidad. Nuestra realidad. Todo simplificado en cada acción, cada movimiento, cada frase, cada suspiro y pensamiento, nos ha traído a este punto invitable y necesario.

Es un acuerdo ancestral...