Valores perdidos y corazones en constante decadencia. Lo que alguna vez fuimos, hoy tan solo es un vano reflejo de lo que quisimos ser. Somos como la muerte, que llega sin piedad a un cuerpo moribundo, implacable ante su objetivo y sin misericordia ante sus semejantes.
Codicia, avaricia, egoísmo y malicia, solo pensamos en si mismos y jamás en nuestro prójimo, quien aveces nos necesita. Se pierde el calor humano cada día y el comportamiento errático de las personas solo llevará a la autodestrucción, pues somos nuestro némesis, nuestro talón de Aquiles, y Leviatán.
El tiempo se acorta y nuestro corazón parece adormecerse con cada segundo que transcurre, nos alejamos de aquella virtud que nos daba ese galardón de seres humanos.
"Si desaparece el amor y la bondad, no quedaría para llamarnos humanidad"
ESTÁS LEYENDO
¡Tengo Algo Que Decir!
ChickLitSiempre habrá mucho por decir y mucho que transmitir a través de las palabras «Las palabras son mi espada y escudo»
