4_ Ayuda

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Adrien estaba tranquilamente en el patio de la escuela, sintiendo la soledad ya que Nino no fue ése día.

Debía hacerse amigo de los demás chicos, pero Iván era de pocas palabras, Max siempre estaba con Kim y el otro tipo cuyo nombre no recuerda, casi siempre está durmiendo.

¿Se llamaba Carlos?

-Adrien, necesito tu ayuda para algo muy importante.

El chico que no podía recordar el nombre de Nathaniel, salió de sus pensamientos y vio a Marinette que lucía afligida.

-Bien, cuenta conmigo para lo que sea.- dijo el rubio sin dudar.

Sí Marinette necesita ayuda en algo, haría lo posible para ayudarla como buen amigo, además, por como se veía ella, seguramente que era algo muy importante y sólo él podía ayudarla.

-La cosa es que tengo un amigo que es bien terco y tiene un secreto que puede o no, ser algo malo.
¿Cómo hago para que me diga su secreto?- pregunto la azabache y Adrien entendió todo al instante.

¿Qué ésa chica no aceptaba un "no" como respuesta?

Lo admitía, se sentía algo ofendido por creerlo Marinette tan tonto como para caer tan fácilmente.

-Eres una chica bonita así que usalo a tu favor, invitando a ése chico a una cita y luego de un mágico día, se despiden con un beso.- se burló Adrien, haciendo que Marinette quede confundida.

¿En qué parte se supone que ella descubre el secreto?

-¿Éso qué tiene que ver con que me diga su secreto?- pregunto la ojiazul.

Seguro el plan de Adrien funciona ya que nadie se resiste al encantó Marinette, con excepción del rey friendzoneador, pero no entendía bien ésa estrategia.

-Nada, no te voy a decir mi secreto y quise bromear un poco.- respondió el chico, con una sonrisa burlona mientras ocultaba las manos en sus bolsillos.

-Por favor, dímelo ya.- suplico Marinette mientras hacía ojitos tiernos.

Sí Adrien se resistía a éso, significaba que no tiene corazón.

-Me gustas y quiero salir contigo.- dijo Adrien con una gran sonrisa.

Se había olvidado de que podía molestar un poco a Marinette, sin pasarse tanto.

-¡Ah! Eres el peor, pero tenlo por seguro, yo voy a descubrir tu secreto.- aclaró la azabache, con firmeza.

Aunque tenga que volver a sus días de acoso, ella descubrirá el secreto que tanto protege Adrien.

-Suerte con éso, curiosa.- exclamó Adrien, dándose media vuelta y regresando al salón de clases.

-Y a mucha honra.- susurro Marinette, siguiendo a Adrien.

Mientras que a lo lejos, Alya veía ésa escena con preocupación.

Adrien era fuerte y lo admitía, pero tarde o temprano, la curiosidad de Marinette lo derrotaria, siempre lo hace ya que nadie puede con el temible poder de un curioso.

Continuará...

¿Qué ocultas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora