Adrien, logró tener algo de tiempo libre gracias a que las clases terminaron antes y ahora estaba en la habitación de su novia, sólos y haciéndolo.
Adrien ya estaba cansado pero Marinette tenía mucha experiencia y aguante, pero de igual modo le quería hacer frente ya que algún día sabía que le ganaría en los videojuegos.
-Adrien...- llamó la azabache, dejando el control a un lado, aprovechando el chico para atacar y ganar, también dejando el control él y levantando los brazos.
Tuvo la victoria y se sentía feliz, no le importa el método por el cual ganó.
-¿Quieres un beso?- preguntó la ojiazul con una leve sonrisa mientras pasaba su pulgar por sus labios, deteniendolo en el medio.
Las mejillas del rubio se pusieron rojas al instante y asintió, mirando los labios de su novia.
-S-si, si quiero.- respondió, algo nervioso.
No tenía duda, quería locamente un beso con Marinette, pero hasta ahora no se lo pedía por poder sentirse ella presionada.
-¿Un beso en los labios de tu linda novia?- preguntó la chica, girando su silla en dirección de Adrien.
El chico, la imitó y levantó la vista de los labios, para verle los ojos, ojos que tenían un leve destello provocativo.
Definitivamente quería éso.
Sin dar respuesta, acercó sus labios a los de Marinette, quien al ver éso, se sentó firme y volvió a girar su silla.
-Pues no lo tendrás hasta que me digas tu secreto. - dijo la chica, cruzandose de brazos y sonriendo con malicia.
Adrien, que quedó con los labios estirados y algo inclinado, dio un suspiro aburrido.
Y luego se preguntan por qué tardo tanto en ir tras ella, es porque siempre supo que Marinette lo tendría en la palma de su mano, sin esfuerzo.
-Marinette, éso es cruel.- exclamó el ojiverde, girando la silla de su novia en su dirección.
No vale antojar y luego retroceder.
-Pues... estamos a mano.- dijo la chica, desviando la mirada.
¡No podía creer que la cobardía le ganó y se alejó de Adrien, poniendo la escusa del secreto!
-De hecho, no hicimos nada de novios todavía.- susurro el rubio con una sonrisa traviesa mientras acercaba la silla de su novia a él.
Marinette, sintió escalofríos por ésa sonrisa que le hizo tan conocida y se empujó hacía atrás con los pies, para ponerse de pie.
-¡Agreste, alejate! ¡Sin besos hasta que no existan más secretos en... hasta que no me digas tu secreto!- exclamó ella, cruzandose de brazos y desviando la mirada.
No iba a hacer nada indebido con Adrien, ella es una chica prudente... y los kwamis los verían.
-¿Por qué te corregiste?- preguntó Adrien, colocándose de pie y acercándose a su novia.
Marinette, retrocedió, nerviosa.
-¿También tienes un secreto?- preguntó el muchacho, con su ceño fruncido.
En ése momento, Marinette pareció hasta sudar de tantos nervios que tenía.
-¿Yo? ¡Pff! Claro que no.- respondió ella, intentando hacerle frente al chico.
Adrien lo miró de manera incrédula y ella fruncio el ceño.
-¡Una chica tiene derecho a ocultar algunas cosas, así que no me mires así!- gritó, enojada.
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¿Qué ocultas?
FanfictionSí hay algo que todos deben saber es que Marinette es muy curiosa. ¿Podrá descubrir qué oculta Adrien?