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— ¡No debí hacerlo! ¡No debí hacerlo!

Decía entre dientes el cansado soldado mientras corría a su base sosteniendo un pan tostado con sus dientes, ¿En que estaba pensando al ponerse a beber una noche antes del trabajo? Ahora debía darse prisa o acabaría limpiando todo el escenario luego de otra partida otra vez.

Se había quedado profundamente dormido luego de pláticar un rato más con Trash esa noche, por este no había problema, pero Jerry estaría en problemas si volvía a llegar tarde otra vez, por lo que salió a toda prisa de casa tan pronto la luz del sol le dio en la cara.

Estaba a cinco minutos de volver a morir por el miedo del regaño que se llevaría por volver a tardar, pero con forme iba acercándose a su base alcanzó a divisar una silueta muy familiar sentada sobre una enorme roca,  era nada más ni nada menos que Mike, y conforme se iba acercando más a él notó que estaba de mal humor, más de lo normal, ¿Que hacía tan lejos de su lugar dentro de la pequeña zona donde arregablan sus estrategias?

— Mike –Dijo parando su apresurado paso poco a poco cuando estuvo lo suficientemente cerca de el – ¿Que haces aquí?, ¿No te dejaron entrar otra vez?  

Mike le respondió con un gesto de desagrado, pero sabía que nunca se iría si no le respondía con palabras.

— Nah, la base está atascada de zombies, al parecer Zomboss metió a otros en nuestro equipo, tu sabes como se ponen cuando hay alguien nuevo.

Eso si lo sabía bien, cuando Jerry llegó todos los zombies de su equipo lo interrogaron sin descanso queriendo saber su nombre, edad, que le gustaba y demás cosas básicas, aunque algunos iban por cosas más privadas como sus preferencias e incluso si aún era un jovencito puro y limpio, tenía malos recuerdos con eso. Pero en fin, siempre buscaba la oportunidad de hacer amigos nuevos y esta era una oportunidad que no iba a desaprovechar.

— ¡Oh! ¿Y que hacemos aquí? ¡Vamos a ver como están!

— ¿Vamos? – Respondió frunciendo el ceño – Por si no recuerdas Jerry, no me interesa la gente nueva, si no me interesaste tu menos ellos.

— Vamos Mike... Yo no te agrado y lo tengo claro –Dijo sonriendo suavemente – Pero, ¿Y si quien o quienes hayan llegado si? Quien sabe, a lo mejor y haces un nuevo amigo~

Jerry se colocó tras él otro soldado y con sus deditos comenzó a darle suaves golpes en los hombros, Mike acabó aceptando ir con Jerry con tal de deshacerse de él después.

Así, ambos soldados fueron caminando hasta su base que por suerte no les quedaba muy lejos, aunque las preguntas que Jerry hacía eran ignoradas o respondidas con un "No sé" por parte de Mike. En fin, en cuanto llegaron Jerry vio que Mike tenía toda la razón, todos los zombies de su equipo estaban bloqueando la entrada al estar amontonados para ver a los nuevos integrantes del equipo.

— Ah... No mentías de esto Mike

Mencionó el menor de ambos soldados observando de reojo al contrario.

— Obviamente no, yo nunca miento

Le respondió. Abriéndose paso entre los demás zombies Mike daba pequeños empujones con sus hombros y brazos para avanzar y lograr que el torpe de Jerry avanzara también, no servía mucho pedir permiso en esa situación.

Mientras se disculpaba al ir avanzando junto con Mike una alegre risa alcanzó a escuchar y de inmediato supo quien era el dueño de ella.

— ¿Charlie?

Preguntó en voz baja dirigiendo su mirada a la dirección de donde esa risa había provenido, el rostro alegre y despreocupado del soldado cambió a uno pálido y ciertamente asustado cuando vio a su querido científico sonreir ruborizado sentando sobre uno de los hombros del All-Star que se había robado la atención del mismo.

Un Zombie Distinto [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora