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Tan pronto los primeros rayos de sol entraron por las ventanas de los hogares en Zomburbia todo zombie que ayudaba con los arreglos para la fiesta salió casi corriendo a continuar con dicho trabajo, entre ellos Charlie iba incluído.

Pero, ¿Que hay del pequeño Jerry? El pobre no pudo dormir nada de nada por querer que la melodía saliera a la perfección, de hecho ahora estaba acostadito en el sofá de su sala de estar tratando de descansar al menos un poco mientras Marcos cuidaba de el, por suerte había conseguido a los músicos para esa noche.

En cuanto a Trash, él se había levantado por eso de las 5 AM, una hora más tarde de lo normal para arreglar una que otra cosa fuera del tema, no se veía preocupado realmente. En fin, justo a las 7:30 este ya estaba nuevamente frente a la puerta de la casa de Jerry portando una misteriosa bolsa negra colgada de un gacho. Tocó el timbre y casi de inmediato Marcos fue quien le abrió.

— ¡Hola mi querido Ingeniero! ¿Está visible Jerry?

Preguntó asomándose para mirar al interior de la casa.

— El pobre apenas se quedó dormido, tiene como 10 tazas de café en el cuerpo... Jerry apenas y bebé té.

— Que cosas... Entonces, ¿Crees que esté bien para esta noche?

— Jerry siempre está bien, en una hora o dos puede que despierte... Si sus pesadillas no lo despiertan antes, claro está.

— ¿Pesadillas?

— No son muy comunes en el, aparecen cuando está nervioso y ayer moría de nervios de solo pensar que iba a cantar, entra, re contaré un poco más.

Dijo Marcos abriendo la puerta totalmente permitiendo al científico entrar, aunque él primero de ellos al percatarse finalmente de la bolsa que el científico portaba no dudó ni un segundo en preguntar.

— ¿Qué es eso?

— Es una herramienta que nos ayudará más tarde.

Le respondió antes de entrar en el hogar de Jerry y efectivamente encontrarlo durmiendo en el sofá.

[...]

Tal y como Marcos había dicho una hora después, el soldadito se había comenzado a moverse por el sofá aferrándose a la cobijita que tenía encima, ¿Que tenía? Sus sueños de nuevo no le dejaban dormir. De repente, este se despertó de golpe soltando pequeños jadeos mientras apegaba la cobija a su pecho mirando hacia todas direcciones, y para nada lo calmó el hecho de que su casa estuviese llena de zombies que le miraban bastante extrañados por su reacción.

— U-Un montón de personas rodeando a una sola en un sofá no acaba bien.

Dijo en voz baja. Trash, quien estaba detrás del sofá caminó hasta el otro lado del mismo para quedar frente a él.

— No pienses así, son los amigos de Marcos que nos ayudarán con todo esto.

Dicho esto el pequeño grupo conformado por un dos All-Star, dos básicos, un saltador de pértiga y una... ¿Científica? Le saludaron con un ligero movimiento de mano, bueno, al menos los varones lo hicieron.

— Bueno, la chica es mía. Pero en fin, ¿Ya estás listo? ¿Pudiste dormir?

— Ah... Algo así, ¿Qué hora es?

Preguntó el pequeño soldado confundido mientras tallaba sus ojitos.

— ¡No tengo ni la menor idea! Pero anda, levántate que se nos hace tarde. Aún hay cosas por hacer.

Dijo Trash antes de tomar por los brazos al menor para levantarlo.

— Ahora, mientras yo te preparo y todo eso ellos se van a poner a trabajar –Comentó mirando de reojo al grupo– Tú tienes las partituras, y si no las traes ya valió todo.

Un Zombie Distinto [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora