egoistic ii 🍁 junghope / 2seok

cap1

No tienes idea lo que puedes perder (o perdiste)…
 
 
 
 
Y él se marchó con el verano, dejándolo en el más frío invierno. Descubrió tardíamente que eran sus sonrisas los rayos de sol en su vida, que estar junto a él era una bendición y que, su amor, era un preciado regalo del destino.
 
¿Era tarde para una oportunidad? Él lo podía hacer bien esta vez, JungKook podría ser un buen hombre esta vez ¡lo remediaría!… si tan solo tuviera esa última oportunidad, solo una más, por favor…
 
No contestas mis llamadas porque no lo oyes, ¿cierto?
 
Cuando toque tu puerta una vez más, abrirás, ¿cierto?
 
Estoy aquí, esta vez, con mi corazón en la mano, tocando tu puerta sin cesar. Porque tú, tú no puedes haberte ido de aquí, de mí, no podrías dejarme porque me amas y yo te amo, ¿cierto?
 
—Hobi, mi amor, abre… deja de jugar. Yo sé que me equivoqué de nuevo, lo sé, pero esta vez te aseguro que no miento al decir que esta vez comprendí que perderte significa morir en vida. Abre, por favor, mi amor, por favor, necesito de ti —nadie responde, solo el silencia es autor de esta noche. No detengo mi súplica y pronuncio tu nombre unas mil veces, hasta quebrar mi voz. Hasta quebrarme yo mismo y ahogarme en lágrimas y disculpas que no te llegarán.
 
Porque tú no estás detrás de esta fría madera cual es mi único soporte para no caer en el duro pavimento.
 
¿Lo he perdido? ¿Te perdí?
 
El dolor latente en mi pecho y esta amarga sensación de tu ausencia es mi castigo, lo sé, este padecimiento no era ni lo mínimo de lo que te había herido, pero ¿no merezco una oportunidad? No tengo excusas, lo sé, fui egoísta y me burlé de tus sentamientos tan puros, tan sinceros hacia a mí, yéndome y regresando, porque sabía o creía, que siempre estarás ahí para mí, porque, joder, te creí mío y solo mío. —Te amo, te amo, te amo tanto… por favor, regresa —lloré, lloré como nunca abrazando mis rodillas sintiéndome tan indefenso, tan nada, susurrando las palabras que me hubiese gustado decirte cuando aún estabas aquí.
 
Cada noche repito la rutina y visito el lugar donde tú vivías, terminando en la misma posición frente a tu puerta, llorando por tu ausencia. —Perdóname —sollozo mirando precioso cielo nocturno que solías amar ver cuando estábamos juntos y muchas veces no lo notabas, pero yo te contemplaba e internamente alababa tu belleza, pero me guardaba todo, diciéndome que solo era una estupidez negándome al hecho de estar enamorado de ti.
 
¿Todo sería diferente si me egoísmo no me habría cegado?
 
Busqué calor en otra cama que no era la tuya, acaricié otros cuerpos, otra piel, probé otras bocas, más ninguna me sació como un efímero beso tuyo.
 
A pasado tres años desde la última vez que te vi, cuando llorabas totalmente roto por mi culpa y él llevándote lejos de mí. ¿Te encuentras bien? No existe una noche que no esté frente a tu puerta, buscándote y rogando verte una vez más.
 
¿Algún día volverás?
 
La noche se va desvaneciendo mientras el sol surge en el horizonte y sé que es hora de irme. Subo a mi vehículo a unos metros de distancia dispuesto a marcharme y cuando giro la llave encendiendo el motor; miro una última vez hacia tu casa, pero, un auto se estaciona frente a ella y con la esperanza de que seas tú, abandono rápidamente el interior de mi vehículo y mi corazón se detiene junto a mis movimientos cuando desciendes con esa preciosa sonrisa tuya que reconozco a kilómetros al igual que tu rojizo cabello. Dios, quiero correr hacia a ti y tomarte entre mis brazos, decirte todo lo que siento, pero, te inclinas y al levantarte puedo ver como acurrucas una pequeña niña en tu pecho.
 
He quedado sin aliento y puedo sentir mis ojos picar al mirar esta maldita escena, ¿SeokJin es tu…? Él está a tu lado, tomando a la niña entre sus brazos diciéndote algo entre sonrisas cómplices y me lleno de rabia dispuesto a separarlos, más veo como su diestra se dirige, a lo que antes no noté, acariciando con dulzura… tu vientre hinchado.
 
No, no, no, no puede ser. Hoseok, no…
 
Esperas un bebé y ella, ¿es hija de los dos?
Este dolor… ¿lo conociste tú?