Scarlet Heart Ryeo: Larga vida a la Reina

A corazón abierto

Nota de la autora: Este capítulo ya lo tenía publicado en otra plataforma, pero quise traerlo aquí. Sé que hace años que no subo nada y como escritora tengo un compromiso con ustedes. Realmente pensé que no llegaría muy lejos mi historia, pero ver que 557 personas se tomaron el tiempo de darle una oportunidad a este fic que comenzó como una catarsis, me inspira muchísimo, me hace olvidar mis tristezas y mi agotamiento. Muchas gracias. Por ustedes, procuraré ser más constante. En serio, Gracias.

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Hae Soo hubiera seguido dormida plácidamente si una suave mano no hubiera acariciado sus mejillas haciéndola abrir lentamente sus ojos.

-Buenos días, esposa-

No Hae Soo, no reina: Esposa, eso era ahora, la esposa de Wang So.

-Buenos días, esposo-

So sonrió, en su boca esa palabra sonaba como un poema. "Esposo", deseó pedirle que le dijera así mil veces en ese momento.

-Es hora de levantarnos, hoy comienzan tus deberes como reina- dijo con gentileza.

Soo asintió con una enorme sonrisa. Cuando So se levantó de la cama, le ofreció su mano a la joven para ayudarla a pararse; al ver esa mano, Hae Soo sintió que más que ofrecerle apoyo, más bien se lo estaba pidiendo. La reina tomó la mano de su esposo y ambos se dirigieron sonrientes a Damiwon. Esta vez no le importó a ella que ambos estuvieran en ropa interior.

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-Eres muy lista; estoy seguro de que sabes qué hacer con esto- dijo Won con una enorme sonrisa entregándole a Chae Ryung un frasco pequeño.

-Sí, su alteza. Es sólo...-dudó la joven desviando la mirada.

-¿Qué?- cuestionó el noveno príncipe confundido.

-Este rey es diferente...Él, se casó con la dama Hae a pesar de que le convenía más tomar a la princesa Yeon Hwa por esposa... ¿No crees que él si permitiría que estuviéramos juntos a pesar de tener estatus sociales diferentes?- preguntó con timidez.

-Chae Ryung, no lo entiendes: Ese matrimonio sólo traerá problemas; tarde o temprano va a haber una revolución y mi cuarto hermano no podrá pelear contra ello, no tiene el suficiente apoyo político- dijo con seguridad el astuto príncipe, tomó delicadamente la mejilla de la dama de la corte y dijo tierno- Pero yo sí, si yo fuera rey podría evitar eso y hacerte mi concubina...incluso mi tercera esposa-

La cara de Chae Ryung se iluminó, ser la esposa de su adorado Won era su más grande sueño y esa era la única razón que necesitaba para llevar a cabo la orden que le había dado.

-Oh, alteza. Eso sería maravilloso- dijo emocionada.

-¿Verdad que sí? Por eso debes hacer lo que te pedí: Impregna las hierbas que el rey usa en su baño con mercurio todos los días y ya sólo faltará deshacernos de Wook para estar juntos, ¿de acuerdo?-

-Sí, alteza. Pero...alteza...-preguntó Chae Ryung con un tono de duda.

-¿Qué sucede?- Won estaba reprimiendo a la perfección su fastidio.

-¿Tengo también que impregnar el baño de la reina?- en realidad no quería lastimar a Hae Soo, ella era su mejor amiga y la había ayudado mucho.

-Mientras no se interponga entre nosotros, no tienes que hacerlo- dijo Won.

El noveno príncipe se fue dejando a Chae Ryung con el frasco lleno de mercurio en una mano, una bolsa con dinero en la otra y esperanzas en el corazón. Cuando la dama de la corte principal regresó al centro de Damiwon, la interceptó otra dama de la corte.