Se sentía mareado y estaba seguro de que iba a vomitar. No recordaba nada de lo que había sucedido la noche anterior, sus memorias se limitaban a cuando estaba bebiendo como desquiciado. Se sentó en la cama, pero el movimiento le hizo doler la cabeza. Mientras se presionaba la frente maldiciendo, se percató de que estaba desnudo, por lo que dedujo que había pasado la noche con su esposa. Un momento, ¿Había hecho el amor con Soo?, ¿Ya lo había perdonado?, ¿Qué diablos había sucedido la noche anterior?
La reina no le permitió seguir preguntándose cosas porque entró en la habitación. Estaba vestida con un hanbok verde bordado con plata, estaba peinada y usaba horquillas del mismo material, en sus manos llevaba una mesita con comida.
-Buenos días, Pyeha.- lo saludó amablemente.
-Buenos...días.- respondió, confundido.
Soo se acercó con la mesa y la puso frente a él, se sentó en la cama y le sonrió, ¿Por qué le sonreía?, ¿Ya no estaba enojada?, ¿Por qué se veía tan hermosa?
-Soo...¡Agh!- El rey hubiera querido pedirle perdón a su mujer en ese momento, pero una nueva punzada en la cabeza le impidió hacerlo.-¿Qué...?- So no comprendía porqué se sentía tan mal.
-Se llama resaca, querido. Es la consecuencia de beber sin control como lo hiciste ayer.- lo regañó Hae Soo, pero aunque sonaba molesta, no se escuchaba amenazante como el día anterior.- Ahora, come, tienes que estar presentable para el atardecer.-
-¿El atardecer?- su esposa se había arremangado y le servía té en su copa, pero en cuanto él le preguntó a qué se refería con el amanecer, su semblante cambió.
-Pasa del mediodía, se suponía que tenías que estar despierto al amanecer para la ejecución de Chae Ryung. Como no lo hiciste, se pospuso para el atardecer.- sonaba triste, se veía triste, pero So no quiso preguntarle demasiado.- Ahora, come. Es caldo de pollo, arroz con huevo y agua con miel. Si tenemos suerte, con ésto y un buen baño volverás a ser un rey presentable.-
-Tonta.-
A So le tranquilizaba escucharla bromear de nuevo, y su chiste había sido lo suficientemente gracioso para soltarle una risita. Ella procedió a darle de comer.
-Soo.-
-¿Mmm?.-
-¿Qué pasó ayer?- la mujer se detuvo en seco ante su pregunta.
-¿Tú qué crees?- Soo retiró levemente el cuello de su hanbok, revelando una marca roja bastante notoria.
-Ah.- expresó al comprender todo.
-Tardará días en quitarse, ya estarás contento.-
-En realidad, sí.-
Hae Soo hizo puchero, pero no pudo evitar reírse ante el cinismo de su marido que ya parecía sentirse mejor. En cuanto terminó de comer, le ayudó a ponerse una bata y se dirigieron a Damiwon. Todas las damas de la corte les abrían el paso y la reina les ordenó retirarse, So se quitó la bata y entró en el agua tibia de la bañera, sólo le tomó un momento percatarse de que su esposa se había quitado la túnica superior y con un lazo se había amarrado las mangas.
-¿Qué estás haciendo?- preguntó confundido.
-La dama de la corte principal es la única que puede encargarse del aseo y arreglo del rey, como la nuestra está encarcelada por alta traición y no hemos escogido una nueva, seré yo la que se haga cargo de ti, majestad.-
Había convertido a Soo en su mujer tan apresuradamente que nunca tuvo la oportunidad de ser atendido por ella cuando todavía era dama de la corte. No se quejó, dejó que la reina lo bañara con cuidado mientras ambos platicaban de cosas triviales y otras más importantes, como la adopción de Woo Hee, algo que a So le pareció una maravillosa idea.
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Scarlet Heart Ryeo: Larga vida a la Reina
Fiksi PenggemarFinal alternativo a partir del capítulo 18: Hae Soo se permite cambiar la historia una vez más al casarse con Wang So, beneficiándolo más de lo que ambos esperaban. Pero cuando el destino de Goryeo recae sobre sus hombros y no en los del rey, la rei...