No lo podía creer. ¿De todas las personas en esta ciudad tenia que encontrarmelo a él? No era que no quisiera verlo, pero su presencia me ponía nerviosa hasta en mis sueños.
El me miro de arriba a bajo. -Hola. Dije tratando de sonar lo mas normal posible. Creo que...este es su gato. Señale con mi vista al gato que estaba en mis brazos.
Lo es. Sonrió tranquilamente. Se me escapó anoche. Dijo mientras se apoyaba en el marco de la puerta.
Creo que no lo habia visto bien, o no como ahora, lo tenia en frente mio. Y no estaba soñando...¿ O tal vez si?
Su cabello era castaño oscuro. Me gustó su peinado desordenado, se le veía tan bien. Sus ojos eran de color verde, jamás vi unos tan lindos. Madre mía. ¿Tendría unos 30 años? Se veia maduro.
-Oh...fue lo único que me salio decir.
El chico aclaro su garganta y el gato bajo de mis brazos yendo para adentro de la casa.
Creo que te acaba de invitar a entrar. Bromeo él. Y yo reí nerviosa. Lo menos que puedo hacer es ofrecerte algo para tomar, ya que te haz tomando la molestia en traerlo hasta aquí.
Realmente no sabia que hacer. Era un desconocido. Aunque de alguna forma su sonrisa y aspecto me dieron seguridad, pero las apariencias pueden engañar.
-No quiero molestar. Hable dudosa.
El nego con la cabeza y se hizo a un lado ofreciéndome pasar.
Carajo ¿Entro o no?
Si mi madre supiera que estuve en la casa de un desconocido me mataria. Pero...no tenia porque enterarse.
Camine unos pasos en dirección a la puerta. Al pasar por su lado me sonroje, me miró atento a mis movimientos. Estoy segura que mi cara estaba roja.
Escuche la puerta cerrarse en mi espalda. Su casa era totalmente distinta a lo que aparentaba ser desde afuera. En verdad me gustaba mucho. Era acogedora pero linda.
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Habia un aroma rico y refrescante, que enseguida reconocí, la menta.
-¿Que te gustaría tomar? Preguntó yendo hacía la pequeña cocina.
-Lo que sea. Le sonreí.
Me sentia mas tranquila.
Mire al gato que se encontraba acostado en el sillon muy relajado.
Se llama Tom. Me dijo mientras preparaba algo. Me alegro de que lo hayas encontrado. Estaba muy preocupado.
-De hecho el apareció en mi ventana anoche. Conteste inspeccionando el lugar. No tenia pinta de ser la casa de un hombre, su decoración era muy ordenada y rústica, los hombres no solían ser asi, segun sabia. ¿Tendra mujer? ¿Sera gay? No podia evitar preguntarme. Que linda es su casa.
El rió. Oh por favor, puedes tutearme. Me llamo Harry. ¡Se llama Harry! Hermoso nombre, eso explica la H en su anillo. Y gracias.
Lo mire acercarse a mi con dos tazas de cafe y un plato con medialunas. Dejo todo en la mesa y se sento en frente mio. Me señalo la silla para me sentara también. Y accedí tímidamente.
Pasaron unos segundos de silencio incómodos. Mi cara estaba constantemente sonrojada. El llevo un trago de cafe a su boca. Trataba de no mirarlo mucho pero era imposible.
Diablos. Maldijo. Esta caliente, tomalo despacio. Sin querer largue una risa, su cara fue muy graciosa. Harry rio conmigo también.
¿Haz empezado a leer el libro? Volvió a hablar. Negué rápidamente.
Deberías hacerme caso. Dijo con un tono divertido.
-Prometo hacerlo luego. Tome un poco de cafe.
Tom apareció de abajo de la mesa y salto al regazo de Harry. El lo acarició. Espero que se haya portado bien. Me sonrió.
-Es muy tranquilo. Hable. Aún no se como llego hasta mi casa.
Me observo como esperando algo de mi. Me tensé con su mirada. ¿Crees en el destino? Preguntó interesado.
-No lo sé...tal vez solo me siguió hasta mi casa ayer. Trate de hacer el tema mas normal y no tan profundo. Suelo venir cerca de aqui, por el parque, a veces...
Lo sé. Contestó como si nada. Acaso, ¿Me habia estado observando?
