- 32 -

742 48 23
                                    

Baje las escaleras de la comisaría junto a Louis.
Ambos identificamos al tipo como el que entro a mi casa.
Al perecer ya había estado preso antes.

¿Como haz estado? Rompió el silencio.

-Bien. Lo mire con una mueca graciosa.
El sol pegaba en sus ojos color cielo.

Nos quedamos fuera del edificio esperando a que mi madre llegará en su auto.
Me llevé una sorpresa enorme al ver a Lucile bajar de él.

Corrió a mi y me abrazó.

Tu madre me contó todo. Ese maldito idiota voy a cortarle las bolas. Reí.

-Ya es problema de la justicia. Trate de sonar tranquila.

Mamá asomó la cabeza por la ventanilla mirándonos.

Apareció en casa. Dijo refiriéndose a mi amiga. El día está lindo vayan a divertirse un rato. Concluyó agitando su mano en forma de saludo mientras se alejaba en el auto.

Vayamos por un helado. Propuso Lucile.

Quizás era una buena idea para distraerme un poco.

Luego de elegir los gustos, el chico me entregó el helado con una amplía sonrisa.

Uyyy. Rio mi amiga. ¿Viste como te miro?

Los tres nos sentamos en una de las mesas de la heladería.

Le coquetea a todas, debe ser un mujeriego. Escupió Louis.

Con Lu nos miramos.

Mmm, de todas formas deberías pedirle su número de teléfono. Siguió ella.

-¿Tu crees? Largamos una carcajada.

El ojiazul levantó sus cejas con la vista en aquel chico.

Claro que no le pediría el número, pero fue divertida la forma en que Louis se puso.

Cuando él se levantó para ir al baño aproveché el momento a solas con Lucile.

-¿Porqué no respondias mis mensajes? Pregunté llevando una cucharada de helado a mi boca.

Oh, es que me pasaron tantas cosas esa noche.
Lo mismo digo...
Primero que nada, me besé con Nick. Su emoción era obvia. Y respecto a lo otro, perdí mi celular al final de la fiesta. Se encogió de hombros.

-¿Y como hablaste con Louis?

¿Que? Dijo sin entender. ¿Cuándo?

-Cuando le pasaste mi dirección. Dije obvia.

Nunca hice eso. Arrugo su frente.

Asenti sin darle vueltas al asunto.
Aunque me dejo pensando.
Su emoción por aquel chico era mas importante ahora.

-Y bien, ¡cuenta que paso!

Mejor cuéntame tú. Dijo con una sonrisita pícara. Revise las cámaras de mi casa y te vi bailando con alguien...

Mi boca formó una "O" algo avergonzada.

Sentí que no era el momento de contarle todo.
Debia guardar algo para mi.

-Solo estaba bailando. Reí.

¿Y por que desapareciste? ¿Te fuiste con él?
Ahora si me atrapó.
Casi meto la pata cuando tu mamá me pregunto si dormimos juntas. Obvio que le dije si.

Sueños Compartidos | H.S  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora