Sin saber que hacer se alejó lo mas posible de él, que en ningun momento cambio su sonrisa media burlona.
Se alejo tanto que sin darse cuenta cayo al suelo.
Maldijo por lo bajo. ¿Cuando dejaría de ser tan torpe? Se pregunto por décima vez.
Se escucho una risita, y a una melena nagra asomarse de arriba de la cama.
¿Te asuste? Dijo Zayn riendo.
Estaba confundida y avergonzada. Pero que bueno que era él y no ese hombre de sus sueños. No sabia que decir, su mente le había jugado otra mala pasada.
-No estoy acostumbrada a compartir mi cama. Hablo la castaña mientras se levantaba del suelo.
Pues acostumbrate. Sonrio el chico. Tu cama es comoda, vendre seguido.
-¿A sí? Ella levantó una ceja.
Él asintió mientras chequeaba su teléfono algo preocupado.
Pero no le iba a preguntar nada. Recordo que su celular ya llevaba un rato sonando. Podía imaginarse él porque. Amber sintio un poquito de decepción. ¿Pasaria otra vez lo de siempre? ¿Se iría con ella? No debía precipitarse pero por un lado sabia que esto podia llegar a pasar.
Ya debo irme. Se acerco a ella y acarició su mejilla. Olvide decirte que entro un gato por la ventana. Señaló a la cama. El muy confiando gato estaba acomodado como si estuviera en su casa.
Bajaron por las escaleras tranquilos ya que su mamá se encontraba trabajando. Se despidió de Zayn con un beso.
Mientras preparada un tazón con yogurt y cereales a casi las dos de la tarde. No dejaba de pensar si era correcto seguir con el moreno. El la usaba y dejaba cuando quería. Llevo una cucharada de su desayuno-almuerzo a la boca y sin querer unas lágrimas caían sobre su mejilla. Se sentia tan estupida. Un maullido la saco de esa situación. El gatito estaba en la cocina. Sonrio y lo acarició. -Te llevaré a casa. Le hablo como si el entendiera.
Luego de terminarse el yogurt, se dio un baño. Lo necesitaba para renovar su ánimo.
Se puso un jeans negro con un pequeño suéter blanco que dejaba ver su abdomen plano y unas zapatillas negras. Se maquillo un poco.
El felino estaba a su lado, sentado arriba del inodoro. Lo tomo con cuidado y lo abrazo mientras salia de su casa. Solo esperaba que no enloqueciera y saliera corriendo. Pero no, iba muy tranquilo.
La casa no quedaba muy lejos, se encontraba atras del parque. Sintio un poquito de miedo ir por ahí. Había muchos arboles. Miro su teléfono "14:54" figuraba en el. A las cinco debia ir a ayudar a su madre al trabajo.
La casa se podía ver a lo lejos. Habia otras mas pero muy distanciadas de esta. Que bien penso irónicamente la castaña.
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-A tu dueño no le gustan los vecinos. Dijo mirando el gato en sus brazos. ¿Y si era un viejo loco? O peor aun un psicópata pensó. Y ella a tan solo metros de la casa.
Dejo al felino en el pasto pensando que iría corriendo a su hogar pero en cuanto ella dio unos pasos para irse este la siguió. Suspiro pesado, esperando no meterse en problemas.
Lo llevo hasta la entrada de la vivienda, era vieja y no tenia buena pinta. El suelo de madera rechino en cuanto lo piso. Toco dos veces la puerta y rezó para que sólo fuese una viejita amable llena de otros gatos.
