Dormitorio de atletas II

Capítulo 3

Zayn y yo yacimos en su cama, besándonos, tocándonos y abrazándonos durante mucho tiempo. La sensación de estar así de cerca, tan íntimo, con otro hombre era abrumadora para mí. Yo había querido esto por tanto tiempo y ahora finalmente lo tenía. Estaba enamorado y lo mejor de todo, tenía a este hombre maravilloso, hermoso enamorado de mí. Tengo que admitir que, un estremecimiento de temor pasó por mí ante este pensamiento. Ahora que lo tenía, podía perderlo. No sé lo que haría entonces. No podía volver a estar solo. Eso sería devastador. Zayn sintió el temblor pasar por mí.

―¿Qué te pasa, cariño? ―Me preguntó en voz baja.

―Sólo pensamientos estúpidos. Me encanta estar así contigo tanto que de repente me entró miedo de que pudiera perderte.

―Eso es estúpido. No me vas a perder. Y estoy seguro como la mierda que no voy a dejarte ir. No ahora, ni nunca. ―Inclinándose más me dio un beso en la punta de mi nariz.

―Zayn, ¿cómo va tu familia a lidiar con esto? Una mirada seria apareció en su rostro.

―No sé. Mis padres son italianos bastante de la vieja escuela. Creo que mis hermanos van a estar bien con ello. No sé cómo mamá y papá estarán.

―Háblame de tus hermanos.

―Los dos son mayores que yo. Niall tiene veintiséis años y es un sacerdote. Tony tiene veintidós años y está casado y hasta el

momento tiene dos hijos adorables.

―¿Tu hermano mayor es un sacerdote?

―Sí. Puedes adivinar cómo va en una familia italiana. Uno pensaría que él era el Papa. ―Ante esto Zayn se echó a reír.

―La iglesia católica es muy antigay. Tan mala como la iglesia a la que mis padres pertenecen.

―Niall no es así, te lo prometo. Él no odia a nadie. Demonios, ni siquiera me dice nada al respecto por no ir a la iglesia.

―Bueno, yo apuesto a que no nos casaría.

―Yo no estaría tan seguro de eso ―dijo Zayn, pensativo― Uno nunca sabe con Niall. Tony, por su parte, no se molestará en absoluto por esto. Fue Tony quien me metió en la lucha libre. Pensé que iría a la universidad con una beca de lucha, pero dejó la escuela secundaria y obtuvo certificación como mecánico de automóviles. Gana muy buen dinero está casado y es muy feliz. Me encantan mis dos sobrinos más que nada.

―Uhh ... No me gusta hablar de esto, pero ...

― ¿Qué?

― ¿Crees, que Tony podría preocuparse de dejarte estar cerca de sus hijos una vez que se entere?

― ¡Nah! A Tony nunca se le ocurriría eso. Somos hermanos y nos amamos unos a otros. Tony estará bien con eso. ¡Mierda! Su socio en el garaje que posee es gay, por amor de Dios.

― ¿En serio? Eso es bueno.

―Sí. Jeff, que es el socio de Tony, fue a nuestra escuela secundaria y pasó por la escuela de oficios con Tony. Ellos eran amigos desde hace mucho tiempo. No estoy seguro, pero creo que pudo haber habido algún - jugueteo entre los dos alguna vez.

Recuerdo, que Tony solía dormir mucho en la casa de Jeff cuando estaban en preparatoria y la escuela secundaria. Siempre me he preguntado sobre eso.

―Creo que puedes estar casi seguro de que lo había.

―Sí, pensando en ello, probablemente tengas razón.

―Pero esto todavía deja a tus padres.