Especial Changlix

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El silencio se extiende por toda la casa, algo poco habitual desde hace un tiempo. 

Y es que, con un niño pequeño, es bastante difícil que la tranquilidad se aloje en la casa de Félix y Changbin. Los gritos y las risas infantiles de pura felicidad son su pan de cada día. 

Pero, gracias a que Jisung ha querido quedarse con Jaemin ese fin de semana, el alfa y el omega tienen dos días para ellos solos.

-¿Más pizza?- pregunta Changbin, cogiendo un pedazo más de la caja que se encuentra encima de la mesa del salón.- Solo te has comido las gominolas de nuestro hijo.- murmura, soltando una pequeña risita.

-Están muy buenas.- murmura su pareja, haciendo un ligero puchero.- Mañana voy a tener que ir a comprarle más, si no se va a pillar una pataleta al volver de casa de Sung.

Ambos ríen ligeramente, imaginando como sería la escena de su pequeño hijo enfadado porque su padre se ha comido sus gominolas favoritas. Sería algo adorable y un poco estúpido. Pero tampoco sería la primera vez que les pasa.

La pareja se encuentra en el sillón, viendo en la televisión una película antigua no muy interesante. Hace ya rato que ambos han desconectado y se dedican a observarse mutuamente, cada uno abstraído en su mundo propio. 

Changbin tiene los pies subidos a la mesita, casi al lado de donde se encuentra la caja de pizza. Félix pasa sus pies por encima de su regazo, estirándose en el sillón, importándole poco el dejarle espacio a su marido.

-Dejemos que se queje de las gominolas por el momento, ya nos tocarán otras cosas cuando sea adolescente.- murmura Changbin mordiendo un pedazo de su cena.- Como siga por el camino que va, su carácter va a ser peor que el tuyo y el mío juntos. Vamos a pasarlo mal si le da por revelarse en algún momento.

-Bueno, ten en cuenta que los problemas de adolescentes son simples. Y teniendo un padre tatuador, ya nos ahorramos lo de tatuajes y piercings sin permiso.- responde Félix, riendo también de manera leve.- Recuerda que tú te hiciste tu primer tatuaje a los quince.

-Y a mis padres casi les da un chungo.- le recuerda el alfa, visualizando en su mente la cara de horror de Doyoung y Jaehyun. En ese momento creyó que alguno de los dos moriría de la impresión por lo que había hecho.- Para mí fue genial, para ellos no tanto.

-Creo que nunca te he preguntado cual es tu primer tatuaje.- susurra Félix, frunciendo el ceño ante su olvido de un detalle tan crucial para su marido.- O si me lo dijiste en algún momento tengo una laguna.

-Pues la verdad es que creo que nunca hablamos de eso.- responde Changbin, encogiéndose de hombros.- Mi primer tatuaje fue este.- indica, señalando los dos ojos de su muñeca con su dedo índice, en un gesto despreocupado.- Nunca supe muy bien por qué se me dio por tatuarme algo así.

Félix observa la mirada de los ojos en la muñeca de su destinado. Ese tatuaje siempre le ha fascinado de una manera enfermiza. Desde la primera vez que lo vio, no ha dejado de comparar los colores de los ojos con los colores de sus iris y los de Changbin. 

Cada día que pasa está más convencido de que son los mismos.

Parece completamente imposible, una simple coincidencia, como mucho, porque cuando Changbin se  tatuó esa mirada lobuna en la muñeca ellos aún no se conocían.

-¿Nunca has pensado que los colores de los ojos son iguales que los nuestros?- pregunta Félix, exteriorizando todas sus preguntas.- Es decir, un ojo tiene el mismo color que los tuyos, y el otro el mismo que los míos.

-Si que lo había pensado, la verdad.- murmura el alfa, mirando fijamente su muñeca. Por un momento, parece que el tatuaje y él estén teniendo una guerra de miradas que ninguno va a ser capaz de ganar.- Cuando Minho me convenció de que me tatuase algo, yo no tenía muy claro el qué. Sabía que quería hacer mi propio diseño, así que empecé a dibujar. Me tiré toda una tarde y nada me convencía lo suficiente como para plasmarlo sobre mi piel. Al final mi lobo tomó el control de lo que hacía, cansado de mis inseguridades con respecto al diseño, y salió esto.

-¿Crees que tu lobo ya sabía que tenías un destinado?- pregunta el chico pelirrojo. Se revuelve un poco en su lugar, soñando con la posibilidad de que eso pudiese ser posible. Sus ojos brillan de emoción con solo contemplar la idea, y Changbin puede notar ese sentimiento, tan puro, por medio de su unión.- Seríamos como los protagonistas de un cuento de cachorros.

-Creo que nuestros lobos llevan encontrándose durante demasiadas vidas como para no saber que se volverán a encontrar.- suspira Changbin, dejando caer una mano sobre el muslo de su pareja, repartiendo leves caricias.- Es más que obvio que sabían desde el principio que estábamos destinados.

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-Cuéntame un cuento.- pide el pequeño Jaemin con voz adormilada a su padre omega, ya metido entre las mantas de su cama.- Uno de amor.

-Veamos...- dice Félix, fingiendo pensar unos instantes que cuento le va a contar a su hijo, a pesar de que ya sabe de sobra cual es el relato de esa noche.- Había una vez, dos lobos que tenían vidas normales. Los dos tenían sus amigos y sus familias, y pensaban que estaban bien con lo que tenían, a pesar de que se sentían incompletos porque les faltaba algo. No se conocieron hasta que el omega hizo un nuevo amigo. Ese nuevo amigo le presentó a un montón de chicos, entre los que había un alfa muy guapo. Al principio, sus partes humanas no se soportaban, pero sus partes animales siempre supieron algo más que a ellos se les escapaba. Y es que esos dos lobos estaban destinados a estar juntos. Pasaron muchas cosas, peleas y buenos momentos, hasta que los lobos aceptaron lo que la diosa luna tenía para ellos, y ahora viven felices y tienen una bonita familia. Fin.

El pequeño Jaemin ya se encuentra profundamente dormido para el final del relato. Su respiración es pesada y sus labios se encuentran ligeramente entreabiertos.

Félix se encuentra tan concentrado mirando a su cachorro que no se da cuenta de que hay alguien en el umbral de la puerta, alguien que ha escuchado todo su cuento con la misma ilusión de infante que el pequeño que ahora duerme sin preocupaciones.

-Te amo, cariño.- murmura Changbin, haciendo que su pareja se gire hacia él.

Se acabó Tatoo TnT

Se me ha hecho super raro escribir este capítulo sabiendo que no voy a subir más, es una sensación super triste. Tatoo es mi primer fic publicado y le tengo mucho cariño. Aún no me puedo creer a todo lo que ha llegado en tan poco tiempo.

Y es que llevamos 31k de visitas, 4k de votos y 1k de comentarios uwu

No sé si merezco tanto, son cifras altísimas.

Son casi tan altas como el nivel de felicidad que alcanzo yo al verlas 7u7 Amo a cada personita que se da el trabajo y el tiempo de leerme, votar y comentar <3

Espero poder ver el nombre de algunos de los que votais y comentáis aquí en otros fics uwu

Si a alguien le quedó alguna duda con algo que me avise al privado e intentaré resolverlas.

Hemos llegado al fin de esto.

Con dolor os despido TnT

Cap revisado uwu

Os amo muchísimo <3

~Tatoo~ ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora