Un mundo misterioso

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Con lágrimas en los ojos,

Sus lamentos no debían de ser escuchados.

Atravesó un cuchillo en tres ocasiones pero el resultado no era el deseado...

"Podrías no verme llorar...."

Dijo con una voz solloza; incapaz de ocultar o retener todos sus sentimientos....

La chica que yacía recostada, parecía estar durmiendo pacíficamente pero.... La realidad era otra.

Su alma, nombre y recuerdos habían sido "Devorados" por el Arzobispo Ley Batenkaitos. Uno de los tres arzobispos que representaban el pecado de la gula en el culto de la bruja, siendo responsables de varios casos en particulares en su mayoría con un sólo objetivo.

Despertar a la bruja de la envidia.

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Un prado sin fin.

Un extenso campo de césped gris acompañado de un cielo azul sin nubes.

Un viento ni muy cálido ni tampoco frío. Era extraño, un mundo así….

Dentro de este mundo solo una persona se encontraba, una chica cuyo cabello azul como el cielo la hacia destacar en un campo sin color.

Esta chica se encontraba ya aproximadamente un mes en este lugar.

Mientras que hacia su usual caminata pensó al igual que los días anteriores a este.

“Un cielo despejado a diario, un sol muy brillante que no quema la piel de manera gradual"

Un mes estero, en un mundo donde no podía sentir hambre, tampoco sed.

Camina varios kilómetros sin darse cuenta, en busca de un final de este extenso prado sin color.
Los primeros días, intento usar su herencia genética, una protuberancia que salía desde su frente. El imponente cuerno de un Oni.

Pero, era inútil, este lugar no se lo permitía. Y aunque pudiera hacerlo, este mundo no contenía prana. ¿Qué era lo que mantenía con vida el campo gris?

En este mundo, lo único que puede hacer Rem era obedecer a su reloj biológico.

Siempre bajo el sol un único árbol que indicaba el centro de este mundo, sin atardecer ni amanecer, aun así. La somnolencia seguía presente.
Aunque,

— Sigo sin entender, ¿Por que? ¿Que hace un solitario árbol aquí? – Había pasado días sin hablar, solo escuchando sus ideas y observaciones.

Este mundo no era un sueño, trascendía mas allá que un lugar de fantasías. Un mundo en el cual no podías sentir hambre ni sed.

Rem parecía tener miedo por cada día que estaba ahí seguía en duda que era lo que sucedía, pero ella sabía que no estaba muerta, estar ahí percibía un sentimiento diferente.

Como era costumbre, la única forma de perderse en este mundo fuera de su miedo a este lugar era su preocupación por nadie mas que su héroe.

— Me pregunto, ¿Subaru-kun se encontrara bien?

Sentada en el pálido césped, mirando al vacío infinito. Recordaba con nostalgia

Un sueño inevitableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora