AFIEBRADOS [Fratt]

III - "Regresar a un lugar que ya no quiere estar en espera"

(🔥)

―Jódeme.

―Para eso está tu esposa.

―Corrección: Jódete. ―que lindas y agradables eran las pequeñas juntas que estos dos aliados tenían en la madriguera del más viejo, donde Frank sabía que nadie entraría simplemente porque Microchip era algo con lo que no querías combatir a menos de que quisieras que cualquier pecado que hayas cometido te deje bajo la mira del gigantesco ojo público listo para ser devorado por millones de sus buitres. Frank se rió de David mientras que este, enfurruñado y sin tener buena tolerancia a las bromas que giraban alrededor de su familia, le daba un gran trago a su té.

―Ya, enserio, necesito tu ayuda con esta mierda―Frank pasó toda la mañana junto a David intentando pensar en la mejor manera de contarle esa situación tan vergonzosa sin verse a la vez aún más demente de lo posible ante los ojos de su mejor aliado actual.

― ¿Té? ―le ofreció el hombre diestro y siniestro en el arte de ser una rata de computadora sabiendo muy bien que al extender su tasa humeante hacia Frank este mínimo le daría un manotazo que la lanzaría lejos, pero no lo hizo, él simple y llanamente tomó la tasa y la volteó a un lado, los zapatos de ambos se encharcaron― ¿Sabes?, creo que lo que te falta es un compañero de cama.

―No empieces.

―Pero ¡Oh no, qué contrariedad!, nadie en su sano juicio se dejaría montar por ti. ―prosiguió David levantándose de su cómoda silla para caminar un poco hacia la mesa más cercana para tomar un paquete de galletas de chocolate sin crema. Frank le observó con tranquilidad, sabiendo que sexo era lo que menos necesitaba. Su problema era más grande que la frustración sexual, cosa que ni siquiera tenía de cupo después de las dos últimas noches con Matt.

―Se nota que tú eres un gran partido ―silbó Castle con cruel sarcasmo cruzándose de brazos a la par que se recargaba aún más de su silla justo al lado de la de David, quien siguió con la conversación mientras tecleaba algunos códigos en su fiel computador de cuatro monitores.

― ¿Qué te puedo decir? Yo antes era la versión sexy de...

― ¿Jennifer Aniston?

―Ja, ja, ja, que tipo tan agradable eres, Castle.

― ¿Qué te puedo decir? ―repitió el castigador robándole una galleta a Microchip sin importarle recibir un gruñido que era trastornado por una extraña risa.

―Me pregunto qué es eso que te molesta tanto, pensando en un sujeto de tu tipo no logro imaginarme algo que te pueda llegar a irritar que no requiera de meterle un tiro.

―El problema soy yo, David, ya te lo dije.

―Entonces sí se puede resolver con un tiro. ―Frank le dio una mirada a David con una ceja alzada y la otra hundida con frialdad― De acuerdo, ya paro, ¿qué es eso de que tú eres el problema? Es obvio que eres un problema para los demás, ¿pero para ti mismo? Eso es raro, y más si es por una simple fiebre. Tómate algo y ya está.

―Eres pésimo para aconsejar, ¿enserio crees que no intenté eso ya?

― ¿Qué se yo? Contigo nunca se sabe y eres consciente de eso. ―Frank se pasó las manos por el cabello resoplando con fastidio, sería muy difícil hacerle entender a David sobre su dramática situación cuando él ni siquiera comprendía qué era lo que le estaba pasando a él y a Matt.

―Tengo fiebre, y no es solo eso, no tengo ni idea de por qué pero esta maldita fiebre me termina llevando a hacer cosas demasiado locas e impensables, algo que no haría si estuviera cuerdo