7. CARRERAS 💥

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Agoney tiene una mierda de móvil, y sus limitados datos le estan dando problemas.

- Puta mierda.

Raoul ríe, lleva riendo toda lo mañana viendo como Agoney trata de jugar al Mario kart sin éxito, pues no le va el internet y no le carga el juego.

- Pringao' style.

- Agh. Es que vaya mierda. El Movistar este o lo que sea es una mierda. - Apaga el móvil, resoplando.

- Mira, yo no soy Movistar, pero si tú mejor compañía. - Le sonríe con lascivia, y Agoney niega con la cabeza, harto.

- De verdad que no se de donde sacas esas frases, pero tengo miedo.

Aunque como siempre, el moreno acaba riendo.

- Va venga, que me das pena, usa mi móvil para una partidita.  - Le dice Raoul, desbloqueandolo.

- Siii. Bien. - Pone voz aguda, u Raoul se muerde la sonrisa.

Agoney va a cogerlo, pero antes Raoul lo aparta y acerca su mejilla.

- Primero un besito.

- Cabrón chantajista.

- Cabrón inteligente mejor dicho.

Agoney resopla, aunque con una media sonrisa se acerca y besa su mejilla.

O eso es lo que pretendía, porque Raoul gira en ese momento la cabeza y acaban dándose un pico. Un simple roce de labios, unos segundos sin respiración, y después Agoney es consciente de lo que acaba de pasar.

Se separa rápido y abre la boca.

- ¡Serás! - Siente que sus mejillas comienzan a arder.

- Seguro que te ha encantado. - Raoul no muestra lo eufórico que está, pero lo está, y por dentro está saltando de felicidad.

Agoney aprieta los labios, nunca va a admitir eso. Ni de coña, antes vivir sin datos que aceptarlo. Antes que darle la razón en algo a ese rubio.

- Al que le ha encantado es a ti. A mí no, ha sido como besar a una pared. - Su voz no suena para nada convincente, y suelta un carraspeo inseguro al final.

- Haremos como que me lo creo. - Dice Raoul, tendiendole el móvil esta vez sin trampas.

- Gracias.

- Si ganas me das otro beso.

- Si anda. - Mueve sus manos nerviosas, buscando el juego por la pantalla.

- Vale, pues si pierdes.

Se lo piensa mientras carga el juego. Sabe que no es muy bueno jugando, pero también sabe que darle otro beso no es tan malo.

- Hecho. Voy a ganar todas.

- Y si no, pues gano yo. - Se acerca más a él, para mirar por encima de su hombro la pantalla. - Por cierto. Te voy a distraer que no hay ninguna norma que lo prohíba.

Está deseando besarle otra vez, y es que le ha sabido a muy poco.

- Déjame correr tranquilo. - Se aparta un poco.

- Yo te dejaría que te corrieras súper tranquilo. Pero no quieres.

- Exacto, no quiero. Ahora deja al maestro ganar una apuesta.

Cinco minutos después.

- Bueno, ya puedes devolverme el móvil.

Raoul sonríe orgulloso y el moreno se lo devuelve con una mueca triste.

- Es que vaya mierda...

- ¡Joder Agoney! - Arruga la nariz, fingiendo enfado mientras mira la pantalla. Y Agoney, sobresaltado, no entiende nada.  - Que hace nada tenía un 80% de batería y ahora muchas ganas de comerte la boca.

Suelta una carcajada, y como ha perdido, Agoney se deja coger por las mejillas, dejando que los labios del rubio acaricien los suyos.

Es pequeño, delicado, y Raoul sabe que podría aprovechar y meter lengua, pero no lo hace. Está demasiado sorprendido de que Agoney no le oponga tanta resistencia, y de que sus labios sean tan suaves, que no pueda ni pensar.

Es que se van a separar y él no quiere.

- ¿Contento? - Le dice el moreno, un poco sonrojado, aún muy cerca de él.

- Muchísimo. No sabes cuánto. - Le sale una sonrisa boba, de ojos brillantes y facciones relajadas.

Agoney niega con la cabeza, mordiéndose el labio.

- ¡Chicos! - Nerea se acerca, con una sonrisa, y se sienta junto a ellos en el banco.

- Hola Nerea. Te has perdido a Agoney haciendo el ridículo. - Dice para cambiar un poco de tema.

- ¡No! He perdido porque este cerdo me ha metido un dedo chupado en el oído.

- ¡Dramático! - Grita Raoul. - Me he chupado el dedo índice pero te he metido el otro. No te lo he metido húmedo.

- Agh. Da igual. - Agoney se cruza de brazos, está avergonzado, y además aún tiene el fantasma de los labios de Raoul sobre los suyos.

- Madre mía como estáis...- Se levanta, ya ha tenido suficiente por hoy, y busca a Aitana de nuevo.

- ¡Nere! ¿Cómo les va?

- No dejan de tontear.- Dice feliz.

- Yo creo que solo son bromitas. He visto a Agoney mucho con Miriam últimamente.

- Que no. Que van a saco. Por lo menos Raoul.

- No veo a Agoney muy... - Abre la boca sorprendida, y Nerea se gira para ver qué pasa.

- Hostia. Mira las pruebas.

Observan a Agoney y Raoul  besándose, los móviles olvidados en el banco y las manos aferradas al cuerpo contrario.

- Eso no significa nada todavía. La apuesta es hasta que se pillen. - Aitana se muerde el labio interior.

- Ya, ya. Pero voy ganando. - Le sonríe pilla, dándole un toque en la nariz. - Y tendrás que tener una cita conmigo.

No te puto pilles 💥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora