13. CINE 💥

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* Pequeño inciso, pensad que son escenas, y que entre ellas ha pasado tiempo y otras cosas, no es que todo vaya super rápido, ya tienen confianza y tal*

- ¡Helou! - Agoney entra por la puerta de la habitación, alertando al rubio que esta concentrado en sus deberes de economia.

- Joder Ago... que susto maricón.

- Que soy hetero pesadooo.- Le hace gracia la cara de Raoul cuando lo dice, como si no se lo creyera. Se sienta en la cama, detrás del escritorio donde esta sentado el chico. - Tu madre me dijo que no has salido de la habitación en toda la tarde. ¿Te apetece venirte al cine?

- ¿Quién más? - Se gira por fin, dejando el lápiz visiblemente mordido en la mesa.

- A ver, déjame que recuerde...- Se lleva la mano a la barbilla y sube la mirada al techo haciendo que piensa. - Pues tu y yo estúpido. Tanto tiempo tirándome la caña y cuando yo quiero quedar no te enteras.

La cara del rubio enrojece, pero niega con un risa que intenta no parecer nerviosa.

- Yo no te tiro la caña, y en todo caso son pequeñas fichas que tú bien que me devuelves. - Agoney entrecierra los ojos, chistando con la lengua. Luego quiere que el admita cosas.- El caso, que no me esperaba que tú me invitarás a mí.

- No dije nada de invitarte chico, relaja. Cada uno paga lo suyo, no es una cita, somos amigos que van al cine.

Ni si quiera se da cuenta de lo rápido que ha hablado.

- ¿Me dejaras meterte mano?

Agoney suelta una carcajada, estirándose en la cama.

- No señor, que quiero centrarme en la peli.

- Jo... ¿me meterás mano tu?

Se vuelve a incorporar, con el rostro serio, pero no puede aguantar más cuando ve la mirada sensual de Raoul, quién alza las cejas y se pasa la lengua por los labios en un gesto exagerado.

- Eres idiota.

- Entonces pa' que quieres que vaya yo.

- Pues porque te gustan esas pelis de gays.

Raoul abre los ojos con emoción, y se levanta de golpe para tirarse encima del moreno.

- ¿Vamos a ver Love Simon?- Después del efusivo abrazo, y aún encima de él, levanta la cabeza y sonríe esperanzado.

- Sí. - Alarga la vocal y sonríe, como no hacerlo cuando tiene a Raoul encima. - He visto buenas críticas, y puede estar bien.

- Ya verás Ago, con esto te harás gay por fin.

- Que pesao'. Que soy hetero, no te puto pilles.

Agoney le sonríe, retocandose el pelo.

- Hetero no, pero gilipollas pareces un rato.

Se echan a reír los dos, y Agoney espera a que Raoul acabe el problema de economía para poder irse al cine.

Se despiden de su madre con una sonrisa, y de camino al cine Raoul el cuenta casi todo el argumento. Y aunque Agoney ya se lo sabe, pues su amigo ha sifo muy pesado los últimos días, le escucha por octava vez.

- Seguro que lloro buah.

- Ah, pues no tengo pañuelos eh. Y eso de tengo un hombro en el que llorar no funciona aqui. Bromea el moreno, levantando las manos inocente.

- Que malo eres Ago. - Frunce el ceño, aunque sabe que el moreno acabara haciendo lo que él quiera. - Tu también llorarás, verás.

- Sigue soñando, como siempre.

- Algunos sueños los he cumplido. - Alza las cejas, y Agoney resopla.

- Que mal que uno de tus sueños fuera comerme la boca, hay que aspirar más alto rubio.

Niega divertido, haciéndose el chulo.

- Tu eres bastante alto. - Se ríe, acercándose a él, medio apoyándose, y poniéndose de puntillas.

- Pero porque tu eres un enanito de jardin. - Le revuelve el tupé.

- Mira Agoney, cuando tu opinión sea tu polla, me la das.

Ríen a carcajadas de nuevoy y por fin llegan a la puerta del cine, donde Agoney se hace el caballero y abre la puerta para Raoul.

- ¿Pago yo las entradas y tu las palomitas? - Dice el moreno sacando la cartera. - Es que tu comes más.

- Me gusta comer. Una pena que tu nunca me des nada. - Lo dice con doble sentido, y Agoney lo pilla a la primera.

- Eres demasiado pequeño. Y no eres una chica.

- Que pesado estas con las chicas. Ni que fueras hetero.

- ¡Si soy! - Que fácil es admitir eso y no otras cosas. Aunque la verdad es que se siente bastante libre ese día, y no quiere pensar en lo negativo.

En un solo día ya ha dicho tres veces que es hetero, y o se ha sentido mejor. Va perdiendo eficacia.

La chica de la taquilla les llama la atención, pues ya les toca pedir, y dejan las peleas hasta que entran por fin a la sala.

- ¡Que nervios! - Da un pequeño saltito, y Agoney le observa divertido.

- Madre mía... - Las luces se apagan, y se acomodan en los asientos.

Una hora y veintidós minutos después, las primeras lágrimas empiezan a caer. Aunque no son sólo del rubio.

- Buah es que... - Raoul llora emocionado, Agoney tal vez porque se siente un poco identificado.

- Dame la mano anda.

- ¿No es mejor un pañuelo? Y se gira para mirarle, pero cuando ve que también está llorando, sonríe tristemente. - Ay Ago...

Le da la mano, sin decir nada más, y se la aprieta con fuerza, dándole un apoyo mudo que el moreno agradece en silencio, llevándose las manos a la boca y dando un pequeño beso en la de Raoul.

Y puede que al final, cuando salen, el beso sea en los labios y se sequen las lágrimas el uno al otro bajo una sonrisa avergonzada. Y sólo tal vez, Agoney empiece a aceptar algunas cosas.

No te puto pilles 💥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora