No te puto pilles 💥

21. COMER💥

Son las dos y media, y como cada día, Raoul y Agoney salen juntos del instituto.

- Oye, ¿puedo seguirte a casa? Es que mi madre me ha dicho que persiga mis sueños.

- Ja, ja, ja. - Ríe falsamente Agoney, colocándose la mochila a la espalda.

- Vengaaaa y te ayudo con mates. Que quiero pasar la tarde contigo. - Hace un puchero lastimero, juntando sus manos para suplicar.

Agoney baja la mirada y sonríe tímido.

- ¿En mi casa? - Se muerde el labio, subiendo su mirada.

- ¿Porque no?

- Está mi padre.- Susurra.

Raoul calla.

Lo de su padre es complicado, le ha contado algunas cosas que no le gustan, pero aún no se ha atrevido a dar su opinión ni a meterse tanto en su vida.

Desde aquella vez que le vio la cara amoratada, sabe que no es un tema que le encante al canario.

Así que se propone alegrarle la tarde. Con su presencia.

- Pues en la mía. Seguro que a mí padre no le importa, no haremos ruido.

- ¿Pasa algo hoy?

- Juega el Madrid. - Agoney hace una mueca. - Pero tu mejor partido soy yo, así que te vienes a mi casa.

- Targeta roja te voy a dar.

Raoul ríe, y cogiendo la mano de Ago, se lo lleva a su casa.

Cuando llegan, son sorprendidos por el padre de Raoul saliendo.

- Oh, hola chicos, ¿os quedáis? - Deja la puerta abierta, con su misma sonrisa amable de siempre.

- Sí. ¿Pero tú no ibas a ver futbol?

- Al final voy al bar. Os dejo la casa sola, no la lieis.

Suelta una risa, y Agoney se muerde el labio avergonzado.

- No la liamos papá, somos muy tranquilos.

- Bueno... - Dice no muy convencido. - Menos mal que Agoney sí que lo es. Te dejo al mando hijo.

Le pone una mano sobre su hombro, y el moreno le dedica una sonrisa nerviosa, asintiendo.

- ¿Pero? 

Raoul niega con la cabeza indignado, y finalmente los dos chicos entran y el padre se marcha.

- Que majo es tu padre. - Dice Agoney con algo de angustia en su voz. - Ojalá el mío. 

- No pienses en eso. Piensa en mi casa sola para los dos. - Alza las cejas. 

- No pienses cosas raras, lo único guarro que vamos a hacer será comer... - El rubio se muerde la sonrisa. 

- Comida guarra.

- ¡Raoul! - Ríe, alto y estridente.

- Me refería a pizza. - Levanta las manos, inocente.

Media hora después, están sentaditos en la mesa, con dos pizzas en frente.

- ¿Te comes los bordes? - Raoul alza la voz, sorprendido.

- Pues claro, es lo mejor. - El rubio le mira, negando con la cabeza y haciéndose el ofendido.

- Pues me tendré que poner borde a ver si me comes de una vez.

Agoney aprovecha que Raoul see Lleva el trozo de pizza a la boca para empujarle con su mano y hacer que el queso y el tomate acaben por toda su nariz.