Fictober •Zadr•

Día 2: Entre mantas.

Zim y Dib llevaban pocas semanas siendo una pareja, las cuales habían sido algo complicadas para Dib, aún era un poco difícil entender a Zim y sus extraños cambios de humor con el, a veces estaba enojado por cosas que no entendía. Pero mantener su relación así lo hacía sentirse bastante normal y eso le gustaba. Solían juntarse después de clases a hacer cualquier cosa, apenas se habían dado algunos besos, así que aún no pasaban a otro nivel. Ambos se encontraban caminando hacia la base del extraterrestre, aprovechaban que a esta hora Gir solía ir a comprar tacos y no volvía hasta la noche, así que tenían mucho tiempo para ellos solos. 

—¿Qué quieres hacer hoy? Pensaba que podría mostrarte algunas series, tal vez te gustarían y te ayudarían a entender más a los humanos.— Mencionó mientras iba tomado de su mano. 

—Intente ver algunas, pero no las entiendo, así que esta vez paso. ¿Hablaste con tu unidad paterna sobre lo de nosotros? No me gusta ir a tu casa y que no podamos hacer cosas que hacemos en mi base.— Con lo último Zim se refería a darse abrazos o darse pequeños besos con libertad. 

—No, no creo que le diga aún, mi papá casi nunca está y también tengo algo de miedo que se sienta más desilusionado de lo que ya está con todo esto de las cosas sobrenaturales.— 

—No creo que sea algo tan grave, no es como si te obligue a dejarme ¿verdad?— Dib no dijo nada, decidió sólo cambiar de tema, mentiría si le dijera a su novio que sabía cómo iba a reaccionar su padre. 

En cuanto llegaron Dib ya tenía una idea de que harían ese día, le mostraría el arte a Zim, primero le haría escuchar sus canciones favoritas, tenía ganas de ver su reacción. Se sentaron en el sofá y Dib sacó su celular, puso la primera canción que le apareció. 

—¿Qué es eso?— Murmuró quitándole de inmediato el aparato a su pareja, quiso cambiar la canción, pero no podía por los guantes, así que se lo quitó uno y comenzó a cambiar las canciones sin dejar que terminara una.

Dib solo lo observaba en silencio, viendo la mano descubierta, en todo este tiempo no la había visto porque Zim decía que le daban miedo los gérmenes y ahora se lo quitó como si nada. 

—Ahm… Zim, creo que deberías intentar oír una canción completa primero. Algunas canciones dicen cosas lindas, tienen un mensaje importante o emotivo que el cantante quiere transmitir.— 

Zim dejó que Dib colocara a canción y ambos se quedaron en silencio escuchándola, el humano se acercó más al contrario para tomar su mano descubierta y dejar un beso en ella, esto hizo sentir a Zim extraño en su estómago, todas estas cosas que hacía Dib le hacía sentir una calidez en su pecho y eso le gustaba mucho, en su raza jamás se trataban así, ni siquiera podían tener otros sentimientos además de el querer destruir todo a su paso y sentirse feliz por eso, pero él era un irken defectuoso y eso lo sabía. 

De un momento a otro ambos se estaban besando con una canción romántica de fondo, el momento era muy perfecto, incluso Zim le permitió a Dib un poco más allá y meter su lengua por primera vez, las hormonas del humano de inmediato reaccionaron y esto hizo que quisiera ir mucho más allá, comenzó tocando suavemente la piel de Zim por debajo de su ropa, esto le hacía soltar unos cuantos suspiros. 

—¡Llegué más temprano, amito!— La chillona voz de Gir se escuchó por toda la casa, en cuanto vio la posición en que estaba la pareja y donde estaba la mano del humano, de inmediato se acercó emocionado hacia ellos.— ¿Está haciendo bebés con Mary? ¿Puedo ver?— 

—No Gir, no puedes ver estas cosas.— Respondió con molestia Zim, le estaba gustando lo que hacían, pero el pequeño robot arruinó el momento. 

—Podríamos ir a mi casa, Gaz solo escucha su música fuerte en las tardes y mi papá dudo que esté, así que ahí podríamos tener algo más de privacidad.— No pensaba desperdiciar una oportunidad de esta manera.