Drabble VII: Celos

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Respira, exhala, entrecierra sus ojos y se mentaliza contando hasta diez, así hasta que vuelve a mirar a su alrededor y el proceso se repite algunas veces más. Reconoce que Sasuke es muy atractivo, sus ojos negros y piel lechosa lo hacen ser el blanco perfecto para soñar arriba de las nubes, sin embargo, su paciencia es conocida por no ser muy amplia y está harta (hartísima) de que las mujeres se coman con los ojos a su marido durante sus viajes.

Sakura acostumbra a tomarlo de la mano y regalarles una mirada de advertencia, a lo que aquellas ofendidas le devuelven una mueca desagradable, lo peor del asunto es que Sasuke parece ajeno al efecto que causa en las mujeres.

—¿Qué te pasa? —espeta, girando a verla con una ceja alzada.

Al escucharlo y sentir su profunda mirada, pega un pequeño salto de sorpresa abriendo ampliamente sus ojos en el proceso.

—No me pasa nada. —repone desviando el rostro, a pesar de su molestia, nunca ha expresado sus celos.

—¿Entonces por qué llevas gruñendo durante todo el camino? —Dentro de sí misma, Sakura se sorprende que Sasuke esté diciendo más de tres palabras en una frase, eso sí que es una novedad. —¿Es por el embarazo?

Su vientre apenas es visible en su ropa de ninja mas una sonrisa amplia se dibuja en su cara. Bajo la mirada de aquellas mujeres (intrusas) se acaricia la zona, sin soltar en ningún momento la mano de su marido.

—No de verdad, no es-

—Te conozco. Suéltalo.

La última advertencia de Sakura surge efecto, pudiendo continuar su caminata de mejor humor. Avergonzada agita sus piernas.

—Pues que odio que no paren de mirarte, sé que eres lindo y debería acostumbrarme pero me molesta porque yo te quiero y no quiero perderte. —exterioriza, agitando sus manos en el proceso.

Él de pronto detiene la caminata.

—¿Y crees que te dejaré por unas cuantas miradas?

—Sí. —miente como niña caprichosa.

Sasuke se agita los cabellos esbozando una sonrisa pequeña.

—Ya me he dado cuenta de sus miradas antes, Sakura.

—¿Y?

—Pues que no significan nada. —Suspira antes de agregar algo más. —Tú eres más hermosa.

Nunca antes él la había piropeado así que busca mirarlo a los ojos, como si quisiera constatarse de haber oído bien.

—¿Qué dijiste? —Una gran sonrisa sincera se deja ver en su rostro de muñeca, con los ojos brillantes a más no poder.

Sasuke ruborizado sigue con su camino, no está acostumbrado a expresarse románticamente con nadie, mas cuando lo llega hacer no miente en lo absoluto. Sakura le parece bonita desde que formaron el equipo 7.

—No te atrases, Sakura.

La mujer asiente frenéticamente y lo alcanza, con las manos en las mejillas y la ilusión creciendo dentro de su corazón. Ya no está detrás de su espalda, ahora caminan de lado a lado. 

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