Sakura tiene una curiosa maña y a decir verdad, no sabe si le disgusta o al contrario, le roba una sonrisa.
Ella llega, extiende sus brazos hacia él y lo envuelve en un abrazo tierno; pero allí no radica la manía, sino que se encarga de que su capa quede sobre sí misma, provocando que su pequeño cuerpo no sea visible entre risitas. Su imagen queda reducida a la de una niñita y una extraña sensación en su pecho le marea, inspirándole el deseo de querer protegerla de cualquier peligro.
Aunque, en sus lapsos de oscuridad, no puede evitar pensar en que aquello es irónico cuando él en algún momento rodeó su delgado cuello con fuerza, buscando arrebatarle la vida con el chakra fluyéndole en las manos.
En los días de frío Sakura no sale de allí y lo toma de refugio, acurrucándose con una gran sonrisa en el rostro; Sasuke entonces la atrae hacia su cuerpo con suavidad y le acaricia la cabeza, susurrándole al oído que la quiere.
—¡Oh dios, yo también te quiero muchísimo!
Ella expresó al borde del llanto en el momento en que él comenzó a recordarle espontáneamente cuanto la apreciaba. Sólo Sakura lo habría de escuchar en su vida diciendo esas palabras tan llenas de afecto pues él es más adepto a las demostraciones.
—Ya quítate de allí, tenemos que avanzar.
—¡No quiero!
La barriga le otorga un aspecto más tierno aún y sin poder evitarlo la comisura de sus labios se levanta un poco al pasar su mano a través de su vientre.
—Ya no cabes ahí.
Las mejillas de ella se inflan y con más ganas se refugia, alegando que no está gorda. Pasado un rato ambos yacen en la cama de la posada donde se hospedan en completa calma, sin poder evitarlo Sakura lo ha agarrado como oso de felpa y helo ahí, observándola dormir aferrada a su cuerpo. Ante tal imagen, Sasuke suspira y agradece para sus adentros haber elegido correctamente con quien compartir su presente y su futuro.

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Moments
FanficConjunto de drabbles sin relación/ Sasuke y Sakura se amaban y aquello era lo único que importaba.