"Estar"

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Me había encerrado otra vez.

Decepción tras decepción continuaba mi insulsa vida al margen de mi familia, de mis amigos, incluso de mi trabajo...

Después de toda una vida estudiando mi pasión y consiguiendo el trabajo de mis sueños, probablemente estaba tirando todo por la borda, pero es que cualquier rastro de ilusión, se lo había llevado esa persona al cerrar la puerta de mi casa de un portazo, sacudiéndome hasta las entrañas...

La relación con mis padres, recientemente mejorada tras muchas discusiones y salidas de tono por mi parte, pensando que tenía a alguien respaldándome... Se encontraba en peligro después de comenzar a jugar con fuego por haber apostado todo a ese último número que me hizo perder hasta las ganas, innatas en mí, de vivir y disfrutar con los míos, pues ni siquiera sabían de lo sucedido, y me dolía mirarles a la cara sabiendo que había fallado una vez más en la vida, aunque no fuese mía la culpa, pero sintiéndolo así.

Mis amigos tras cuatro meses sin verme, dejaron simplemente de intentarlo. Todos menos ella, mi alma gemela, amistosamente hablando... Bueno, y María también seguía al pie del cañón. Por mucho que ella se excusara por la inexistente falta de cervezas en mi nevera, y dijera que era el único motivo por el que se pasaba unas tres veces al día por mi casa, sabía darme cuenta de su preocupación, de sus intentos de sacarme una sonrisa o cuando se metía hasta mi cocina, literalmente, para ver si mi despensa seguía en el mismo estado, debido a mi inanición alimenticia...

Pero por encima, la única que estaba, como a mí me gusta decir: "ESTABA", porque yo no pedía más, no necesitaba más, lo que quería y gritaba con la mirada era la palabra tiempo, eso tan relativo que nadie consigue entender ni controlar... Eso que ella comprendía y respetaba si se trataba de mí. Ella me leía con un sólo y simple vistazo. Y algo que antes era impensable para las dos por temas de cuadrar horarios, ella había provocado que fuera realidad, sólo por mí, había establecido una rutina que yo agradecía sin soltarme de ella cada vez que venía para estar conmigo:
Abría la puerta, con cuidado de no hacer mucho ruido por si estaba descansando. Cuando se había asegurado de que estaba despierta, dejaba las cosas en el armarito de la entrada y al verme me regalaba una de sus genuinas sonrisas...
Se dirigía después a la cocina para hacer la cena, pues ella se plantaba en mi puerta siempre a las ocho y cuarto de la tarde, tan puntual como de costumbre.
Y por último, cuando ya se había asegurado de que había cenado, en una cantidad razonable, había recogido todo lo que quedaba en la cocina, fregado, secado... Conmigo pegada a sus talones intentando impedírselo poniendo de excusa que ya lo haría yo mañana... Sólo entonces se permitía relajarse; se tumbaba en la chaise-longue de mi sofá, todo lo larga que era, con sus brazos abiertos esperando que me tumbara casi por completo encima suya, y nos arropaba en tanto yo me acurrucaba contra ella lo más que podía, buscando de su protección y calor. Al rato cuando se daba cuenta de que no podía más con mi cuerpo, se levantaba conmigo encima, y sin preguntar, me llevaba a mi habitación mientras yo me ocupaba de sujetarme abrazándola con todo rastro de piel posible, era mi cable a tierra, mi sujeción para no perder la poca cordura que me quedaba a estas alturas... No era una opción soltarme de un salvavidas justo cuando el ahogamiento era tan intenso, y es que puede que lo que estuviese enroscando entorno a ella, fuesen las piernas y los brazos, pero el trasfondo de eso llegaba a ser lo que quedaba de mi alma abrazándola como agradecimiento por su paciencia, por su continuidad a mi lado, no merecía algo así, no sé que hubiese sido de mí sin ella.

Si tuviera que quedarme con algún momento de luz entre tanta niebla, sería con los minutos en los que antes de dormirme, ella me abrazaba fuerte, sin dejar parte de mí fuera de su agarre, susurrándome a la vez al oído, que no se iría... Y como silenciosamente prometió, hoy, después de tanto tiempo, sigue volviendo cada noche de angustia, recordándome el diamante en bruto que la vida me ha regalado.

Just because...(Albalia-OS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora