10 | 𝖬𝖮𝖫𝖤𝖲𝖳𝖮

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・。° ★━━ CAPÍTULO DIEZ

«molesto»

Para cualquier persona, ese momento justo habría sido perfecto. O bueno, por lo menos placentero. Sin embargo, Tessa le daría otro adjetivo completamente distinto, porque le resultaba extremadamente aburrido.

Ni siquiera ella sabía cómo narices había llegado a meterse en el despacho del entrenador Finstock con el mismo chico con el que había bailado cuando se encontraba sobria en la fiesta de Theo Raeken. Tampoco sabía con certeza en qué momento ambos se habían quitado los pantalones y habían acabado de aquella manera.

El chico (cuyo nombre Tessa ni siquiera se molestó en preguntarle) daba fuertes embestidas contra la cintura de Tessa cada vez que lo veía necesario. El depacho del entrenador se veía inundado por sus gemidos llenos de placer, pero no por los de la chica. Tessa se limitaba a mantener la vista al frente y a aguantarse las muecas que su rostro formaba cada vez que uno de los empujones del desconocido era más fuerte de lo que debería. Al fin y al cabo, ella había cedido a hacer aquello para sentir algo, cualquier cosa; ya sea placer o, como en este caso, un poco de dolor. Pero ella nunca sentía nada con nadie, ¿por qué iba a hacerlo con un completo desconocido?

El sonido del timbre en el pasillo pareció haberla sacado de su ensoñación, ya que se removió levemente, alejando el rostro del chico de su cuello.

—Ha sonado el timbre. —informó Tessa con voz cansina. Él asintió mientras se mordía los labios para no soltar una exclamación de placer. Y ella no pudo evitar poner los ojos en blanco.

Aproximadamente dos minutos más tarde ambos ya se estaban vistiendo. Tessa lo hizo con total rapidez para librarse de aquel idiota lo antes posible. Él no puso objeciones ante la rápida huida de la chica, así que Tessa pudo salir corriendo hacia su próxima clase: lengua y literatura. El problema era que compartía esa clase con él, y ambos llegaban tarde.

—Adelante. —se escuchó la voz de la profesora al otro lado de la puerta cuando picaron varias veces en la madera.

Tessa abrió la puerta lentamente, dejando acceso al aula.

—Llegáis tarde, chicos. —dijo la señorita Blake un poco molesta.

—Si, lo siento, profesora. —se disculpó Tessa. Dejó la puerta a sus espaldas en cuanto emprendió el camino hacia su sitio. El resto de la clase, al darse cuenta de que venía junto a un chico y ambos llegaban tarde, hicieron sonido de 'uhhh' con sus bocas. Incluso se oyeron silbidos.

—Vale, ya está bien, chicos. —los frenó la señorita Blake en un intento de apaciguar las hormonas presentes.

Nada más sentarse en su silla correspondiente, Tessa dirigió sus ojos al frente; concretamente a Stiles, que estaba sentado delante de ella. Acercó sus labios al oído del chico y susurró:

𝐂𝐥𝐮𝐛 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐂𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐑𝐨𝐭𝐨𝐬 ─ stiles stilinski AU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora