11 | 𝖤𝖲𝖳𝖠́ 𝖡𝖨𝖤𝖭

3.1K 441 231
                                    

──« • ❁ • »──

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

──« • ❁ • »──

・。° ★━━ CAPÍTULO ONCE

«está bien»

Si al sol mañanero que se infiltraba a través de las cortinas se le sumaba el un tanto irritante sonido del despertador digital que se encontraba en la mesita de noche, el resultado eran los párpados de Tessa arrugándose levemente antes de pestañear varias veces y así poder acostumbrarse a la luz.

La chica sintió un tacto suave en su mano derecha, y bajó la mirada para comprobar su teoría. Al ver que Stiles parecía estar profundamente dormido con la cabeza apoyada en su barriga, Tessa se tomó el placer se acariciar el cabello negro, suave y completamente despeinado que el chico portaba. Su cabeza estaba girada hacia Tessa, pero tenía los ojos cerrados; mientras, con sus brazos abrazaba la cintura de la chica como si de un peluche se tratara y su vida dependiera de sujetarse a ella. Cuando la delicada mano de Tessa pasó por su mejilla, Stiles se removió un poco; estrujando más su cintura entre sus brazos y formando una pequeña sonrisa con sus labios. La realidad era que a Tessa le llamaba bastante la atención el hecho de que le estuviera gustando bastante aquel escenario. Le gustaba más de lo que debería.

Dormido, Stiles parecía mucho más pacífico que de costumbre; no hacía movimientos nerviosos con sus manos ni las pasaba por su cabello con alteración; tampoco se mordía las uñas ni realizaba sus típicos gestos extraños que solían significar, como siempre, nerviosismo. Cuando estaba plácidamente dormido, Stiles se mostraba en un estado de trance del cual parecía estar a gusto, y Tessa lo notaba. Ella notaba cada uno de los defectos que él había dado a conocer sin percatarse. Ella era muy observadora con lo que le llamaba la atención.

—Stiles. —susurró ella, intentando despertarlo con suaves golpes en su hombro. A pesar de sentirse a gusto en aquella posición, Tessa sabía perfectamente que lo mejor era despertarlo para poder asistir a clase.

—Cinco minutos más, papá. —susurró el chico con balbuceos casi ininteligibles. Apretó más sus brazos alrededor de la cintura de Tessa y mostró una sonrisa aún más embobada.

—Stiles, no soy tu padre. —aclaró Tessa con pesadez. Intentó apartar la cabeza del chico de encima de su barriga, pero se le hizo imposible—. ¡Stiles!

—¡¿Qué?! ¡AH! —el chico se levantó de pronto, pero a causa de eso se cayó de la cama y se golpeó la espalda con el suelo en un ruido sordo—. Ay.

Tessa se dio la vuelta en el colchón y sacó su cabeza fuera de la cama, quedando frente a Stiles.

—Deberías irte a tu casa, ya sabes, a cambiarte de ropa. Y de paso podrías decirle al sheriff que sigues vivo, no quiero que me arreste.

—Muy graciosa, Teresa; muy, pero que muy graciosa.

Cuando finalmente Stiles se levantó del suelo, giró su cabeza hacia Tessa a la espera de una respuesta para la pregunta que seguramente estaba apunto de formular.

𝐂𝐥𝐮𝐛 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐂𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐑𝐨𝐭𝐨𝐬 ─ stiles stilinski AU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora