• . ˚ * ━━ 𝐂𝐋𝐔𝐁 𝐃𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙𝐎𝐍𝐄𝐒 𝐑𝐎𝐓𝐎𝐒
❝Ella no tenía motivos para sonreír,
entonces él se los dio.
Su vida era negra
y él le dio color.
Ella tenía el corazón roto,
pero él se lo arregló.❞
𝐒𝐓𝐈𝐋𝐄𝐒 𝐒𝐓𝐈𝐋𝐈𝐍𝐒𝐊𝐈...
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・｡° ★━━ CAPÍTULO DIECISIETE
«feliz»
Un brillo que solo se veía si te fijabas bien, aparecía en sus hermosos ojos azules. Su largo pelo negro estaba recogido en dos trenzas a ambos lados de su cabeza y su maquillaje también de color oscuro no podía faltar sobre sus párpados. La sonrisa que Tessa portaba en los labios era tan radiante que podría dejar ciego a cualquiera que la viera.
Por una vez en su vida, Tessa Miller se sentía afortunada.
Ella era un completo desastre, estaba claro. Era un pleno descontrol, un huracán que podía arrasar su vida y la de los demás. Y Tessa sabía a la perfección que no se merecía a una persona buena, dulce y considerada con ella.
Ella no se merecía al torpe chico que no paraba ni una pelota en el entrenamiento de lacrosse.
El entrenador Finstock le había estado riñendo varias veces por mirar a las gradas en vez de al campo. Y ese simple gesto hacía que las mejillas de Tessa se coloraran levemente, cosa que no había pasado desde que había conseguido su consciencia.
Por el contrario, Malia se encontraba con los brazos cruzados sentada a su lado, en primera fila de las gradas. Parecía estar enfadada con la vida en sí. Lydia se encontraba más o menos igual, solo que había dejado de lado su fachada de enfado unos minutos atrás para dedicarse a hacerle ojitos a un chico de tercero. Allison simplemente observaba el partido con desinterés.
—Odio la vida. Odio a Scott. Odio todo. —soltó Malia de repente. Las cuatro amigas se centraron en ella por momentos.
—¿Por qué a Scott? Parece buena persona. —comentó Lydia mientras se ponía labial rojo a sus hermosos labios.
Tessa suspiró sin apartar la vista de la portería y sin borrar su tonta sonrisa.
—Cosas de la vida. —se limitó a responder Malia.
Allison suspiró con cansancio.
—¿Quién es esa chica? —preguntó la castaña, señalando a una adolescente que se encontraba sentada a unos bancos de las gradas más en la distancia. Tessa desvió su mirada; la chica parecía estar leyendo un libro y su pelo negro y liso combinaba a la perfección con sus facciones asiáticas.
—Kira Yukimura, nuestro curso, hija del profesor de historia Yukimura. Es nueva en la cuidad y todavía no tiene amigos. —respondió Tessa con simpleza. Regresó su vista al campo, justo a tiempo para ver cómo le daban a Stiles un golpe en la cabeza con la pelota y era expulsado por el entrenador al banquillo.
—¿Cómo demonios sabes todo eso? Pareces una acosadora, siempre sabes todo de todos. —dijo Lydia con extrañeza.
—Solo soy observadora. —Tessa se encogió de hombros.
