• . ˚ * ━━ 𝐂𝐋𝐔𝐁 𝐃𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙𝐎𝐍𝐄𝐒 𝐑𝐎𝐓𝐎𝐒
❝Ella no tenía motivos para sonreír,
entonces él se los dio.
Su vida era negra
y él le dio color.
Ella tenía el corazón roto,
pero él se lo arregló.❞
𝐒𝐓𝐈𝐋𝐄𝐒 𝐒𝐓𝐈𝐋𝐈𝐍𝐒𝐊𝐈...
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・｡° ★━━ CAPÍTULO SEIS
«venganza»
Los zapatos de tacón de una marca bastante cara que llevaba la pelirroja más popular del lugar hacían eco en el suelo cuando caminaba. Los demás estudiantes, acostumbrados a verla pasar alrededor de esa hora por el pasillo, la miraban con atención; como si quisieran ser como ella o simplemente acostarse con ella.
Sólo uno lo había conseguido en los últimos meses. Y no era Jackson Whittemore.
Lydia se quedó quieta frente a su taquilla y alargó la mano derecha hacia él candado para poner la combinación. Pero antes de poder hacer nada, su móvil sonó en el interior de su bolso, anunciando una nueva notificación. Comenzó a rebuscar con sus manos llenas de anillos de plata su teléfono móvil. Cuando lo encendió y miró la pantalla, se quedó paralizada.
Jackson: Tenemos que hablar
Era un mensaje simple, y tampoco es como si se hubiera asustado al leerlo. Quizás Jackson había descubierto su pequeña aventura del otro día con Aiden Weber.
Jackson: Sé lo que has hecho, Lydia
La pelirroja ignoró al completo los mensajes de su novio y puso la combinación de la taquilla. Cuando abrió la puerta metálica, un pequeño balde lleno de agua le mojó al completo su vestido rosa. Lydia contuvo la respiración al notar lo fría que estaba. Lo más extraño era que en la puerta de la taquilla se encontraba dibujado un gran corazón partido por la mitad de color rojo.
Giró su cabeza a ambos lados, comprobando si alguien lo había visto. Para su mala suerte, la mayoría de los estudiantes que caminaban por el pasillo la observaban atentamente, pero sin atreverse a reírse. Unas fuertes carcajadas llamaron su atención. Lydia dirigió su mirada a una chica con cabello color negro azabache que conocía bastante bien, acompañada de un chico algo más alto que ella que se tapaba la boca con una mano para no reírse. Lydia se acercó a ellos con paso decidido.
—Teresa. —la llamó.
La muchacha dejó de reírse para formar una mueca seria.
—Mi nombre es Tessa. —la corrigió la peli negra con el ceño fruncido.
—Si, bueno, Tessa. —recalcó Lydia con actitud altiva—. ¿Sabes quién ha podido haber hecho esta horrible broma?
Tessa compartió una mirada cómplice con Stiles, acompañada de una de las pocas sonrisas que solía mostrar.
—Realmente no lo sé. ¿Por qué no le preguntas a Ethan Weber? Parece estar en tu misma situación. —Tessa señaló con su dedo índice a dicho chico a unos metros de distancia, que intentaba limpiar sus libretas llenas de clara de huevo con ayuda de Danny.
