Capítulo 1: Comienza la escuela

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Mi alarma está sonando como loca y yo solo puedo pensar "5 minutos más por favor", de todas formas, me despierto, porque sé que esos 5 minutos de más ocasionarán que llegue tarde a mi primer día de clases, segundo año de la Universidad. Me levanto y comienzo a prepararme, cuando salgo del baño voy directo a mi habitación y veo que Michaela, una amiga, me envió un mensaje diciendo que me espera en la entrada de la Universidad en media hora. Rápidamente, suelto mi largo cabello rubio que me llega hasta sólo un poco más por encima de la cintura, me pongo unos jeans negros ceñidos al cuerpo, una camiseta del mismo color y me maquillo solo lo necesario, me miro en el espejo, me veo bien, mido 1.70 y tengo un cuerpo normalito, ni muchas tetas ni mucho culo, soy una flaquita con buenas curvas, tomo mi mochila y corro escaleras abajo hacia el comedor.

-Tiana, que bueno que bajaste, estaba a 2 segundos de llamarte para que tomaras el desayuno- Le doy un beso a mi madre, cojo una tostada y con el mismo impulso salgo a toda prisa por la puerta antes de que pueda protestar, saco de la mochila las llaves de mi auto, un audi rojo, regalo de mi padre el ausente por mi graduación, supongo que es su forma de quitarse un poco de cargo de conciencia, pero a mí me da igual estoy feliz con mi auto, antes de entrar en él, veo que mamá se asoma en la puerta con cara de enfado así que entro, enciendo el motor y salgo cagando leches de allí.
Al llegar a la escuela Michaela me está esperando:
-Hola amiga, emocionada por un año más de estudio en este agujero de perdición y constante tortura- Me reí de su comentario, la verdad que a Michi, como le decimos todos, las clases y las calificaciones le dan igual.

-Michi mejor entremos, a ver si encontramos a los demás- Después de pasarnos un tiempo saludando a nuestras amistades y poniéndonos al día sobre que hicimos durante las vacaciones, sonó el timbre y entramos todos juntos a la clase de Matemáticas, el profesor Pajarin, sí ese era su apellido, Carlos Pajarin, nos dió el típico discurso de inicio de curso y nos habló sobre el programa de este primer semestre. De momento se oyó un toque en la puerta y todos giramos a ver quien era, aunque al mismo tiempo todos sabíamos quien estaba llegando tarde.

-Adelante- dijo Pajarin con voz grave e intimidatoria, y entonces entró él, Fabio, con su cara de despreocupado y su expresión de "me importa un carajo el mundo". Llevaba el pelo castaño largo y despeinado, a propósito obvio, su altura de metro ochenta y cinco imponía, y ese look de típico chico malo siempre presente, y yo, toda babeada por él y esos hermosos ojos pardos. Hagamos un retroceso en el tiempo, a Fabio lo conozco desde la secundaria pues estábamos juntos en la misma aula, da la casualidad que hemos seguido juntos desde ese entonces y nos convertimos en mejores amigos, te estarás preguntando ¿porqué babeas por tu mejor amigo? Simple, de un momento a otro y sin explicación me empezó a gustar, comencé a verlo diferente para finales de la secundaria, más como el chico súper hot que llamaba la atención de muchas ( a pesar de no ser tan guapo, porque créeme que no es un dios griego, sólo tiene un algo que nosé qué es que a todas nos atrae como moscas, sí porque me incluyo) y menos como el Best Friend, pero no fue hasta el primer año de Universidad que me di cuenta que estaba total e irremediablemente enamorada del puto pendejo de mi mejor amigo. Justo en ese momento, aunque no lo supiera aún, cometí el mayor error de mi vida y a partir de ahí, todo se fue a la mierda, mi corazón, mis sueños, mis esperanzas, TODO.

Primer Amor (Que No Te Engañen Los Cuentos De Hadas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora