Primer Amor (Que No Te Engañen Los Cuentos De Hadas)

Capítulo 17: Hora del adiós

Estoy en shock, no reacciono, no respiro, se me ha olvidado incluso como se habla. Lo único que puedo hacer es quedarme mirando al chico recostado en el marco de la puerta, vestido con unos converse blancos, jean de mezclilla y una camisa blanca que le queda como un guante, resaltando esos músculos tan bien definidos, nada, que no puedo negar que me corre la baba.

- ¿Puedo pasar, o no has terminado de comerme con los ojos Pelusa?

Esas palabras logran sacarme del trance, no solo por lo que ha dicho sino también por el apodo cariñoso que siempre usa conmigo pero que no he escuchado hace un tiempo salir de sus labios.

- Claro, adelante – le doy una mirada asesina y él se adentra en la habitación soltando unas risas

- Solo era una broma, no hay necesidad de que quieras matarme con tus rayos láser

- ¿Me estas persiguiendo o qué? – suelto con un tono de voz que ni yo reconozco en mí misma

- Bueno chicos, esta es mi señal para salir, conversen, yo estaré buscando a mi novio que secuestró al tuyo hace mucho rato – le doy una mirada irritada a Michi porque su justificación estuvo de más, ella me guiña el ojo y desaparece.

- ¿Por qué piensas que te estoy persiguiendo?

Fabio llega a mi lado en la cama y se sienta, yo me aparto para poner distancia entre nosotros, primero porque es obvio que tengo que demostrar mi enojo y segundo porque cuando él está cerca se me nubla la mente y no pienso racionalmente.

- No sé, quizás porque estás aquí y porque siempre apareces cuando estoy con Dante – él suelta una risa burlona que solo me hace enojar más

- Dante, el jodido chico con el que tuviste un par de citas, TÚ novio, supongo que esa mierda se te olvidó contarla

- Sí, ese jodido chico que ahora es mi jodido novio. ¿Algún problema? Y eso no responde a la pregunta que te hice – novio lo que se dice novio, no es, pero eso él no tiene que saberlo

Sus fosas nasales subían y bajaban con notable enojo, tomó una respiración profunda y luego me miró.

- No, no te persigo, Liam me llamó porque el auto de TÚ novio tiene un puto problema en el motor y no arranca, así que me tocó hacerles de hada madrina y venir a buscarlos

Vaya, eso me tomó con la guardia baja, no me esperaba esa respuesta y me quedé un poco descolocada, no sabía que el auto de Dante tenía un problema y menos que Fabio venía en nuestro rescate, eso me pasa por dormir tanto.

- Ah vale, muchas gracias entonces – me paro de la cama y me acerco al armario – ahora necesito que salgas de la habitación para poder arreglarme – me doy la vuelta, poniendo una mano en la puerta del armario y otra en mi cintura, eso Tiana, carácter.

Fabio suelta un largo suspiro y se pasa las manos por el rostro, me observa y puedo notar la indecisión en sus facciones.

- Pelusa – se levanta y comienza a caminar en mi dirección, pero levanto mi mano para que se detenga

- No, he dicho que quiero arreglarme

- Necesito que hablemos sobre lo que pasó en Íntimo, necesito explicarte y…

- No, no quiero saber nada, pudiste hablar, hace dos semanas cuando era el momento y sin embargo no lo hiciste

- Joder Pelusa, solo déjame hablar, quiero pedirte per…

- He dicho que no Fabio, ya basta, no sé qué carajo está pasando contigo últimamente, me buscas, me besas, te desapareces y se vuelve a repetir lo mismo, ya basta, ahora estoy enojada pero ya se me pasará, me quedó claro que solo somos amigos y es lo que seremos siempre, me voy a enfocar en lo mío con Dante y tú en lo tuyo con Cami, ahora déjame sola

Sus ojos no se despegaban de los míos y aunque me sentí demasiado bien al soltarle todo eso finalmente, que me estuviese mirando de esa forma y se quedara callado sin emitir sonido alguno, solo me ponía más nerviosa.

- Vale, estaré abajo – me miró un poco más y después salió cerrando la puerta tras de sí

En cuanto sentí que sus pasos dejaron de oírse, me lancé a la cama y dejé salir algunas lágrimas, era liberador poder haber soltado parte de las muchas cosas que quería decirle a mi cavernícola, pero también era difícil aceptar que todo lo que pasó entre nosotros solo fue un estúpido juego para él y que se apareciera aquí queriendo pedir perdón por el beso y todo su acercamiento, he de admitir que me dolió.

Me sequé las lágrimas y me dirigí al baño para ducharme, bajo el agua pensé en muchas cosas, incluidas las que le dije a Fabio y estaba dispuesta a cumplir, por mí y por el chico que ahora estaba conmigo y se merecía toda mi atención.

Estaba decidido, era hora de decir adiós a todos mis sentimientos por mi mejor amigo.

Nota:
Bueno bueno, Tiana le dijo unas cuantas verdades a Fabio, me gustó que lo dejara sin palabras

Ahora veamos cuánto le dura la rudeza, sabemos que el cavernícola es la debilidad de nuestra chica

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