ℳ𝒶𝓇𝓋𝑒𝓁 ℱ𝒶𝓃𝓉𝒶𝓈𝒾𝑒𝓈 l

21. Thor Odinson

No me encantaba el hecho de tener que vivir en la torre, mucho menos él unirme a ellos pero él amor te obliga a hacer locuras...

—¡Thor!—Grite llegando a la cocina donde efectivamente lo encontré.—¿Cuantas veces te he dicho que no dejes platos en la habitación?

—Lo siento nena.—Se llevo el Sándwich a la boca y yo Rodé los ojos.

—Deja eso y acompáñame. Ahora.—El asintió sin verme y caminamos hasta nuestra habitación.

—Estas en problemas fortachón.—Hablo mi queridísimo amigo Clint, nótese el sarcasmo.

Al entrar en la habitación me quede en la puerta cruzada de brazos.

—Recoge todo, vamos. No nos iremos de aquí hasta que lo hagas.—me dedico una de esas sonrisas que me volvían loca y ya sabía lo que tramaba.—No me vas a hacer caer amor.

—Debe haber una forma de compensarte por todo mi desastre..—Negué.—Claro que la hay y estoy seguro de que te encantará..

Sin dejarme alegar, me encontraba besando esos labios que se han vuelto adictivos con lo años, no pude evitar resistirme nunca puedo.

—Thor..—Susurre tratando de alejarlo.—Esto no quita el hecho de que siga molesta contigo.

—Ya lo veremos amor..

Gruñi por amar su voz, todo de él era bello para mí aunque lograra sacarme de quicio a veces.
Rápidamente cerró la puerta y con mucho cuidado fue guiándome hasta la cama.

Sus caricias eran tan suaves, siempre lo han sido.
Comenzó a desvestirme con delicadeza pues nunca le ha gustado ser rudo conmigo y es algo que aprecio mucho.

El estar desnuda frente a él aún provocaba cierta vergüenza en mi pero él siempre se encargaba de hacer a un lado todos esos pensamientos.

—Hermosa..—Susurro en mi oído estremeciéndome por completo.

Desesperada por su atención comencé a desvestirlo con rapidez provocándole reír pero no me importó.
Era una maravilla estar entre sus fuertes brazos.
Comenzó a dejar húmedos besos en mi cuello haciéndome jadear, mis piernas automáticamente se abrieron con su acción.

Su punta me rozaba y yo ya estaba ansiosa por hacerlo. Comenzó a frotarse en mi haciéndome gemir, sin embargo continuó torturandome.

—Vamos...—Susurre jadeante.

—Solo si no estarás enojada cuando acabe...dilo.

—Eres un infantil.—Gruñi.—Está bien ya vamos.

Viendo que seguía frotándose lo obligué a dar una vuelta donde yo quede encima de él.

Poco a poco me fui dejando caer en su dura ereccion y ambos soltamos un gemido de satisfacción, me apoye en su duro abdomen mientras él tomaba mis caderas guiándome  a hacerlo de arriba hacia abajo.

Mis gemidos salieron inmediatamente, no me importaba el hecho de que me escucharan con tal de consentir a m chico.

Mis ojos se cerraron ante tal deliciosa sensación pero rápidamente volví a quedar a abajo dejándome el control a él.

Su boca atrapó uno mis pechos haciéndome arquear mi espalda, aprovechando esto él se hundió con fiereza, algo que nunca había hecho conmigo, pero provocó un gran placer en mi.

El escuchar sus gruñidos y jadeos lo hacía aún más excitante. La yema de sus dedos se quedaría marcada en mi cadera debido a la fuerza que ejercía, pero no me importó cuando volvió a hundirse en mi provocando espasmos de placer por todo mi cuerpo y cuando creía que me vendría fue cuando golpeó repetidas veces un punto en mi que me hizo gritar su nombre y arañar las sábanas seguido de algunas lágrimas de placer.

Rápidamente lo atraje a mí arañando su espalda cuando él orgasmo me atraso con fuerza, sintiéndome cansada no lo hice detenerse hasta que se liberó dentro de provocando así me segundo orgasmo.

Se dejó caer a mi lado atrayéndome a él para abrazarlo y recostar mi cabeza en su pecho.

—Dos veces..—Susurre maravillada esperando que él no me escuchara.

—Si, lo amor.—Soltó una risa arrogante y Rodé los ojos.—Ahora, tengo un Sándwich esperándome en el refrigerador.

—No puedo creer que no estés cansado.—Mientras el comenzaba a vestirse me di la vuelta.

—Si lo estoy, Eres difícil cariño pero él hambre me gana. Adiós.