30. Wade Wilson

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Sonreí fingiendo una vez más, tal y como lo había hecho durante toda la velada y realmente ya deseaba que terminara.

Mi madre me miraba orgullosa mientras que mi padre, sin expresión alguna, seguía platicando con su viejo amigo sobre el béisbol. Yo por mi parte fingía escuchar al chico a mi lado que solamente parloteaba sobre su gran fortuna.

Mi vida era un asco completamente.

—Y entonces luego de Miami, fuimos a...

—Si, escucha Jay necesito ir al baño un momento.—El asintió y yo me levante caminando hacia este.

Saque mi teléfono de mi bolsa y comencé a ver mis mensajes, eran bastantes dado que mis amigas me pedían detalles cada cinco minutos sobre el chico adinerado con el que mis padres me obligaban a cenar. Sin embargo, deje esos mensajes para después y me concentre en un solo mensaje que decía: "Buenas noches nena, puedo ir a salvarte de esa cena si quieres."

Lo pensé varias veces antes de contestar, pero realmente ya me había cansado de fingir todo el tiempo, no soporto mas el tener que ver como mis padres me utilizan y me emparejan con alguien que no me gusta ni me atrae de ninguna manera, yo solo quería estar con un chico y ya era hora de hacérselo saber a todos.

Mi respuesta fue positiva y seguido de eso salí del baño llegando a la mesa con una sonrisa verdadera.

—Mamá, papá.—Llame su atención junto a los padres de Jay.—Tengo que irme, mi novio vendrá por mi.

—¿Novio?—Mi padre frunció el ceño totalmente confundido.—¿Que novio? ¿Con que permiso? Tú estarás con Jay.

El mensaje llegó afirmándole que él ya estaba aquí, solo me dediqué a sonreír y darme la vuelta caminando hacia la salida ignorando las advertencias de mis padres y todos sus gritos que seguramente el restaurante había escuchado, una verdadera escena.

Vi su auto frente a mi y rápidamente me subí en este siendo recibida por sus cálidos y dulces labios.

—Me has salvado la vida Wade.—Susurre entre besos.

—¿Quieres ir a mi casa?—Asentí mientras él comenzaba a conducir.

El camino fue rápido y tan pronto como entramos a su apartamento me empotró contra la pared besando mi cuello con pasión impregnándola por completo en mi.

Desesperados el uno por el otro nos desvestíamos con rapidez y cada vez lograba hacer más calor. Cuando quede completamente desnuda frente a él sentí algo de pena pero todo desapareció cuando comenzó a besarme de nuevo.

—Te romperé ese rico culo como nadie lo a hecho cariño.—Solté un jadeo involuntario ante sus insinuaciones.—¿Lo deseas?

—Si.—Susurre pero el gruño dándome una fuerte nalgada.— Si, follame duro mi amor.

Me dejó caer en su sillón mientras besaba todo mi cuello bajando por mis pechos y abdomen hasta llegar a esa zona tan sensible en mi.

El verlo en esa posición lo hacía aún más caliente. Abrió mis piernas con brusquedad logrando mojarme aún más. Estaba expuesta frente a él, era totalmente cómodo estar con Wade.

Y cuando menos lo creí comenzó a besar mis muslos dejando un camino de besos hasta besar mi femineidad logrando sacarme un sonoro gemido, comencé a arañar el sillón con fuerza y arquee mi espalda del placer que sentía. Una de mis manos fue a acariciar su cabello tratando de que hundiera más profundo su experta lengua.

No tarde mucho en correrme para él logrando sacarme una sonrisa de arrogancia que me hizo rodar los ojos.

—¿Lista?—Susurró en mi oído y yo asentí.

Rápidamente entró en mi con fuerza y mi respiración se detuvo por un minuto cuando me rellenó con todo su miembro. Tarde un poco para acostumbrarme y cuando lo hice él comenzó a moverse provocando un placer tan exquisito e indescriptible para mi. Mis gemidos salieron sin controlarlos.

—Wade.—Gruñi al momento de hundirse con fuerza en mi.—Más Daddy...

En un rápido movimiento me dio la vuelta y me recostó boca abajo en el sillón, junto mis piernas restregando su efecto y duro pene en mi trasero logrando llenarme de lujuria y necesidad de tenerlo dentro de mi en ese momento. Poco a poco comenzó a entrar en mi provocando que mordiera con fuerza uno de los cojines y arañara lo primero que tocara, él ejercer es fuerza para entrar lo hacía más placentero.

—Déjame escucharte gatita.—Jadee cuando volvió a hundirse en mi.

Y obedeciéndolo mis gemidos salieron disparados conforme a sus penetraciones, mis ojos se cerraron al momento de sentir el orgasmo cerca y el que me diera nalgadas lo hacía aún más excitante.

Una embestida más bastó para venirme soltando un sonoro gemido con su nombre en este.

Levantó mi trasero y tomó mi cabello con fuerza mientras se hundía cada vez más y más profundo en mí llegando a puntos tan sensibles en mi que me hacían gemir cada vez más alto. Un poco más y el orgasmo me volvió a golpear con fuerza seguido de sentir como me inundaba por completo soltando un jadeo.

—Me encantas.—Susurro el recostándose y colocándome encima de él.—Descansa un poco que seguiremos toda la moche nena.

—Wade Wilson me romperá el culo toda la noche, me gusta.

ℳ𝒶𝓇𝓋𝑒𝓁 ℱ𝒶𝓃𝓉𝒶𝓈𝒾𝑒𝓈 lDonde viven las historias. Descúbrelo ahora