°°Cap.14: Creando un Hilo Rojo°°

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El tacto cálido de sus manos le sujetaban las mejillas con algo de nerviosismo, las sentía tocar con inseguridad y curiosidad al mismo tiempo. Movían sus labios en un ritmo suave, sin prisas ni ajetreos; en ese momento solo se centraban en la sensación extraña y tentadora que dejaban sus besos tras separarse en algunas ocasiones.

El azulado sentía una de sus mejillas ser acariciada, siendo acercado inconscientemente a aquella danza que creían prohibida. Ambos con los pómulos rojizos debido a la timidez y el frío, refugiando sus labios con los ajenos.

La mente del azebache estaba en un Jaque Mate perfecto, una movida extraordinaria de parte de aquel chico que lo dejó sin movimientos, sin defensa; ahora solo podía dejarse vencer y al mismo tiempo disfrutar.

Después de todo...¿Cuantas batallas no había perdido ya contra aquel criminal?

La temperatura disminuía a medida que pasaba el tiempo, dejando apreciar un cálido humo blanco cada que sus labios se alejaban. El azulado no podía creer que ese tipo fuese tan bueno besando, ya planeaba hacerle burlas e indirectas y ahora no podría usarlas.

Besaba tan malditamente bien.

- E-Esto es algo...-exclamó el azebache al separarse del chico.

- ¿Raro?

- ¿Increíble? -dijo algo confundido el de ojos rojos- Jamás había besado a un hombre -confesó algo apenado-, y aún así tus labios son bastante suaves -finalizó murmurando.

- E-Espera, ¿No eras bisexual? -dijo sorprendido el menor- ¿¡Te pasé para "el otro lado"!?

El moreno solo pudo reir y poner una expresión más relajada en su rostro, dando palmaditas en la cabeza de púas azules mientras retomaba su postura recta y habitual. Lo tomó de la cintura y lo abrazó, sintiendo el rostro tibio en su pecho y las yemas frías de sus dedos pasar cerca de su cuello.

- ¿Esto no es un poco malo de nuestra parte? -murmura el de ojos verdes- María te espera en casa...

- Creí que no te preocupaban esas cosas.

- Seré un fugitivo de la ley, pero no me gustaría ser un "rompehogares" -exclamó el azulado con algo de molestia.

El azebache ríe para si mismo, sonando elegante y caballeroso, aquello hace que la piel de Blue dé un ligero cosquilleo.

Tenía una risa muy linda.

Jamás, en todo el tiempo en el que llevaban jugando al "Gato y al ratón", se le habría ocurrido la promiscua y calenturienta idea de besarlo. Siempre lo había visto como un enemigo con el cual podía jugar en sus días aburridos, patearlo por aquí y por allá o robar a grado mayor solo para sacarlo de quicio.

Solo fue cuestión de tenerlo de cerca y una convivencia forzada para que sus pensamientos cambiaran de parecer. No quería llevar esto más lejos, solo deseaba saciar aquella curiosidad que les nació a ambos.

Después de todo, él tenía un pequeño juego de novios con Scourge y el azebache tenía a María. No debía de haber tanto problema ¿Cierto?

- Deberíamos de regresar ahora -sugirió separando a su persona de aquel abrazo.

El azebache solo acató la orden sin mencionar ninguna otra palabra, tan solo caminaba apreciando la bochornosa expresión con la que el azulado se había quedado durante todo el camino. Sin notarlo, una ligera sonrisa se formó en su rostro, feliz de aquel contacto con el chico.

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¡Agente Y Criminal! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora