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Gracias por ir a recibirme a la estación y también por ir a despedirme. Para serte sincero me siento más tranquilo cuando estoy contigo.
Me gustaría poder pasar más tiempo contigo, poder platicar contigo por horas, pero supongo que tendré que conformarme con las cartas por ahora. Tal vez no debería escribirte esto, pero tú eres la única persona que me ha echo sentir sentir de esta forma... ver tu sonrisa me da una paz increíble y de alguna forma me hace sentir feliz... tu risa, tu personalidad, imaginar que estarás en la estación para recibirme y justo al momento de llegar que sean tus ojos lo primero con lo que me encuentro. Me haces sentir de una forma que no puedo explicar...
Maldición, supongo que eso fue algo cursi.
Pd. Perdón por lo que dijo Araya, quiero pensar que su intención no era incomodarte. Y por favor no le dirijas palabra alguna con Araya.
Te quiere –Shinki.
El castaño está en un gran dilema, ¿será buena idea mandar aquella carta?. Era la primera vez que él escribía algo tan emocional lo cual le causaba cierto temor, ya que sus sentimientos hacia la azabache no estaban del todo claro y no quería arruinar la amistad que estaban formando.
Después de reconsiderarlo unos minutos decidió escribir otra carta, una donde no menciona lo mucho que le gusta estar con la pequeña Uchiha. Pero ahora un dímela más grande lo invadía. ¿Cuál de las dos cartas debería mandar?.
