Querida _________.
Las cosas se están complicando más de lo que creímos, no quiero mentirte tengo algo de miedo, miedo de que estas podrían ser mis últimas palabras para ti.
Por eso te escribo esta carta, no quiero morir sin que sepas mis verdaderos sentimientos hacia ti.
Siempre te tengo presente, todos los días despierto con una sonrisa y cuando me voy a dormir es igual, te haz convertido en mi primer pensamiento al despertar y en mi último pensamiento al terminar el día.
Haz llegado a mi vida sin siquiera buscarlo y haz conseguido un lugar en ella que nadie en esta vida te lo podría arrebatar jamás.
Me haz echo cambiar, lograste que todo sentimiento de soledad se fuera de mí con una sola sonrisa, desde que te conocí todo en mí vida ha mejorado, me haz echo ver el mundo de una forma que no conocía.
Solo quiero que sepas que te amo, te amo en todo el sentido de la palabra, amo tu ojos, tú sonrisa, tu sentido del humor, amo como se arruga tu frente cuando estás molesta, amo cada sonrojo que provoco en ti cuando nuestras manos rozan de manera accidental, amo saber que serás la primera persona que mire al llegar a tu aldea, amo como intentas ocultarme tu tristeza cuando nos tenemos que despedir, te amo como nunca nadie a amado en este mundo.
Sin pensarlo te convertiste en la única persona que me mantiene cuerdo, en la única persona que me hace feliz.
Lo que siento por ti crece conforme los días pasan, al punto de intentar escaparme para ir a verte pero por desgracia nunca lo logre.
Te pido perdón si es que no vuelves a verme, si es que no vuelves a escuchar mi voz ni a leer otra de mis cartas, te pido perdón por dejarte sola. Créeme que eso es lo que menos quiero.
No sabes lo que daría por estar contigo en estos momentos, lo que daría porque podamos compartir las cosas más simples de la vida. Enserio lo siento si no regreso.
Pero si no vuelves a verme ten por seguro que te buscaré, tal vez ya no en esta vida, pero si en la siguiente. No tengo idea de a donde me llevará el destino, pero sé que será contigo.
Te ama.
–Shinki.La azabache arrugó la hoja de papel con sus manos, mientras las lágrimas se deslizaban por sus mejillas y fuertes sollozos salían de sus labios.
Habían pasado tres meses y la menor de las hermanas Uchiha por fin se había decido a leer la última carta que recibió del chico de la arena.
Aún no podía creer que el amor de su vida se haya marchado, las lágrimas y sollozos no habían cesado y eran igual o incluso las fuertes que el día de la terrible noticia.
________ había dejado de salir, no quería ver a nadie, logrando que su hermana se cambiara de habitación porque quería estar sola. Su hermana por un intento de ayudarla se fue, lo cual ahora consideraba un gran error.
La menor de las hermanas se había aislado por completo de todo, ya no comía ni bebía nada, su cabezo negro azabache había perdido su brillo, al igual que su ojos. Y su sonrisa tan característica había desaparecido.
—Parece que después de todo si podría morir por ti –hablo para si misma en un débil susurro.
Se escuchó como habrían la puerta de su habitación, sin levantar la vista sabía que se trataba de su hermana, pues todos los días iba a verla e intentaba sacarla de aquella habitación.
—¿Sabes que siempre te vamos a amar verdad? –la voz de su hermana se quebró– solo queremos que estés bien
Sarada depositó un beso en la sien de su hermana para después abrazarla. _______ solo pudo soltar un muy débil "los amo".
Para después cerrar sus ojos y poder sentir el calor que le proporcionaba su hermana mayor, poco a poco los sollozos y las lágrimas iban disminuyendo y a su vez su respiración se tornaba más tranquila, sumándose así los latidos de su corazón que eran cada vez más débiles, llevándola así a un sueño del que ya no podrá despertar.
Pero donde su corazón volvería a latir de felicidad por poder encontrarse nuevamente con el amor de su vida.
Fin.
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Cartas a la arena |•Shinki y tu•| |Terminada|
Hayran Kurgu•Todos los personajes pertenecen a Kishimoto a excepción de _____ •Historia corta •Prohibido copia y/o adaptación