Café

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Había sido algo común entre ellos dos incluso desde antes de que tomara oficialmente el puesto del décimo Vongola.

Por lo menos cuatro veces a la semana, cuando el sol se comenzaba a retirar dejando en el cielo un hermoso color anaranjado, Hitman y cielo se encontrarían para tomar una taza de café. Si el castaño podía el mismo haría el café, de no poder tomarían el que hubiera en la casa ( En Namimori lo preparaba Nana, en la mansión Vongola la servidumbre ).

Era esa hora o dos las mejores en el día para ambos hombres aunque ninguno lo admitiría en voz alta al inicio, los dos esperaban con ansias aquellos momentos donde solo eran ellos dos, el resto del mundo podía esperar.

Todos los cercanos lo sabían muy bien, sabían a la perfección que no debían molestar por nada del mundo cuando llegaba ese momento del día.

¿Qué se hacía en esos momentos? Todo y nada.

Podían hablar de cualquier trivialidad del día, podían conversar de los asuntos más serios y molestos, podían estar callados solo disfrutando del olor a café junto con la compañía del otro.

Cuando el décimo cielo se hallaba ocupado con todo el papeleo el Hitman tomaría asiento en la oficina disfrutando de su bebida, solo soltando uno que otro comentario el cual sería respondió por el castaño que de vez en vez tomaría un poco de su propia taza.

Algunas personas ignorantes se preguntaban que servía pasar dos horas encerrados, esas pobres almas no comprendían nada.

Para los involucrados había sido algo sumamente importante en sus vidas.

Cuando Tsuna quiera acercarse más a su tutor y no sabía cómo.

Cuando Reborn solo quería estar un poco más con su alumno en completa paz.

Cuando los dos querían estar solos un rato tranquilo.

Cuando un asunto serio requería ser hablado pero analizado completamente.

La solución había llegado con una taza de café.

Comenzó de una manera tan sencilla y normal que cuesta creer un poco la importancia que tendría ese evento en su futuro.

Una tarde poco después de la batalla de los representantes, Tsuna había querido probar el café que su madre le hacía al sicario, a él le había resultado muy amargo y su expresión lo dejaba saber, ganándose una burla de parte del Hitman. Fue este el que le sugirió que lo probara con leche y azúcar u otra bebida llamada capuchino o moka capuchino; todas las opciones le habían encantado.

Esa tarde ambos hablaron con toda la calma del mundo, Reborn comentando los planes que tenía sobre algunos entrenamientos y mejores, Tsuna hacia algunas muecas de vez en cuando pero comentaba algunas ideas que el tenia, para sorpresa y gusto del ex-arcobaleno. Conversaron por dos horas completas, solo deteniéndose cuando Nana comento que pronto seria hora de la cena.

Lo volvieron hacer al día siguiente y así sucesivamente, al grado que ya era una costumbre que los dos adoraban.

Fue en una de esas reuniones con café donde Tsuna le pregunto a Reborn si este quisiera ser su consejero interno, este acepto.

La noticia impacto a Vongola y a todo el mundo en general.

Fue en las reuniones de café donde ambos se dieron cuenta que algo había cambiado en sus corazones.

Los guardianes veían un poco intrigados como su cielo se emocionaba más al llegar las tardes, los ex-arcobalenos notaron lo mismo en Reborn las veces que lo veían.

Fue en una de esas reuniones con café donde el sicario le declaro al cielo su amor, siendo correspondió al momento por el castaño de ojos color caramelo.

Aquel beso tenía la esencia del café en todo su esplendor.

Fue en una de esas reuniones con café donde Reborn le mostró una sortija a Tsuna, la cual, estaba escondida en el fondo de la taza siendo protegida por una pequeña cajita de plástico pegada al fondo.

Esa tarde al momento de salir de la sala donde se juntaban, los guardianes apreciaron un anillo en la mano de su cielo el cual se encontraba con pequeñas lágrimas en los ojos, pero con la sonrisa más hermosa que hayan visto.

El Hitman solo sonreía y para aquellos que los conocían bien, notaron que sus ojos brillaban más que nunca.

Era el café lo que los había unido de una manera especial, un puente que había sido necesario al inicio para poder darle pasó a algo maravilloso.

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Seguimos con mas de esta hermosa pareja, adoro la semana R27 independientemente de los dolores de cabeza que me llega a dar XD

Bueno, esto fue por el segundo día: Café. Algo pequeño pero dulce de ellos dos.

¡Nos vemos mañana para mas R27! n.n/

Por siempre R27Donde viven las historias. Descúbrelo ahora