Viaje A Un Universo Alterno

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Tenía que ser una maldita broma ¿Por qué las cosas raras siempre le sucedían a él? ¿Era mucho pedir un solo día sin locuras? Parece ser que sí.

Un día tranquilo parecía ser, había terminado con el papeleo que le correspondía por ese día, según su abuelo era mejor que desde ahora se fuera acostumbrado a manejarlo ya que cuando tomara el puesto de Neo Vongola Primo todo eso solo aumentaría. Solo era por eso que el castaño realmente reconsideraba tomar el título, pero su tutor no lo dejaría echarse para atrás.

A pesar de que aún faltaban dos años para ese momento, el saber que siempre haría papeleo era algo que lo atemorizaba.

Con sus 17 años, el castaño lo único que quería era poder relajarse un poco a solas. No es que no apareciera a sus amigos/guardianes, solo que había unas cosas en su cabeza con las que quería lidiar solo.

Como por ejemplo, el hecho de que los sentimientos hacia su tutor habían cambiado de una manera tan fuerte de la cual no podía escapar No sabía cómo había sido posible aquello, lo peor es que no sabía que hacer ahora.

¿Se confesaba? Era casi 100% seguro que el ex-arcobaleno lo rechazara.

¿Se quedaba callado y olvidaba todo el asunto? Era la opción más segura, pero no sabía si podría seguir con el tiempo.

El castaño permitió que un suspiro saliera de sus labios, una parte de él le decía que se confesara que no lo estropearía pero aun así tenía algo de miedo, bueno, por algo era Dame-Tsuna desde que podía recordar.

Con un cielo tan claro y despagado sintió la necesidad de tomar un poco de aire fresco, total, eran a penas las dos de la tarde; podía relajarse unas cuantas horas en el exterior.

Camino por uno de los pasillos de la mansión Vongola que lo llevaban hasta los jardines, uno de sus lugares favoritos sin duda alguna. Se detuvo en la entrada a estos viendo como el responsable de sus dilemas se hallaba hablando con Yuni, sonrió un poco ante la vista recargándose en la pared admiro un poco más el suceso hasta que la antigua poseedora del pacificador del cielo se fue.

El Hitman levanto su mirada y directamente miro al castaño, el cual solo sonrió un poco. Estaba decidido a acercarse cuando de repente su intuición lo alerto de algo y de repente un entraño portal apareció a su lado, antes de poder hacer o decir algo, una mano negra enorme lo sujeto como un juguete, lo último que vio fue al sicario con una expresión que no había visto antes.

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- ¡Baja a esa persona en este momento! –

- ¡NO! ¡TODOS MERECEN SUFRIR! –

- ¡Dijiste lo mismo cuando ya no alcanzaste pastelillos! ¡Bájalo ya! ¡Y de paso regresa a tu forma humana! –

- ¡NOOOO! –

Esos fueron los gritos que despertaron al castaño y en menos de tres segundos ya estaba maldiciendo nuevamente su mala suerte.

Tratando de orientarse noto que aún no podía moverse completamente, lo que lo haya agarrado aun no lo soltaba. Al abrir los ojos noto que no tenía la mínima idea de donde se encontraba pues todo lo que veía era un azul oscuro y lo que parecían ser estrellas junto con algunas constelaciones.

- ¡BILL CIPHER BAJA YA A ESE CHICO! –

Con ese grito el portador de la llamas suelo termino en el suelo, a los pocos segundos un joven que también tenía en cabello castaño llego a su lado a auxiliarlo.

- ¿Te encuentras bien? – Pregunto el joven, su voz era un poco aguada pero suave.

- Sí, he tenido caídas peores – Respondió Tsuna al ponerse de pie.

Por siempre R27Donde viven las historias. Descúbrelo ahora