Capítulo 4

190 25 6
                                    

Parque de diverciones

Mi cabeza dolía demasiado para solo haber tomado cuatro cervezas, tenía que haber hecho caso a la perolata que siempre me regalaba Dylan y hoy no tuviera esta descomunal resaca.

Puse en pausa mis pensamientos con el nombre de Dylan, que había hecho?, había besado a mi mejor amigo, o me había besado él , eso no importaba, no podía estar mi nombre , el de Dylan y la frase el mejor maldito beso del mundo en una misma oración.

Podría echarle la culpa al alcohol aunque eso sería una mentira como mi casa de grande, como justificaría haberle devuelto el beso, curiosidad, morbo o que mi cabeza se volvió medio loca cuando rozo nuestros labios, tenía que buscarle una justificación racional y sensata a la explosión de dopamina de ayer o me volvería loca.

-Puedo sentir tus engranajes maquinando- me dijo Dylan en tono de burla, dándome un susto de muerte

-¿Cuándo entraste? - grité
Se tapó los oídos con sorna y me gruño un poco

-Puedes bajar un poquito la voz- sugirió- solo un poco

-Es que eres tonto, me asustaste

-Te llame, pero estabas tan metida en tus pensamientos que no me oíste así que entré -explico- y por cierto tienes un aspecto terrible

-Gracias- dije con sarcasmo- la cabeza me quiere explotar

-Me alegro, si me hubieras echo caso hubieras parado en la segunda cerveza, pero claro la Gran Abril no toma concejos de nadie.

-Si viniste a echarme la bronca puedes irte, hoy mi día no esta como para tener tu aliento de perro pegada en mi oreja recordándome que me porte mal

-Aliento de perro- replicó ofendido-ayer parecía de tu agrado

-Dylan con respecto ayer yo...- comencé a tartamudear- no sé qué paso, de pronto estábamos hablar y después todo se volvió un poco loco

-Junio respira- me tranquilizo- fue un beso, tu querías besar a alguien y quien mejor que yo

-Pero eso esta tan mal Dylan tu y yo somos amigos y no deberíamos besarnos

-Vale, pero no te ahogues en un vaso de agua, entra al baño y date una ducha mientras yo preparo el desayuno que apestas y seguro que estas más relajada

-Vale.

-Y lávate bien -me grito mientras subía las escaleras -que ayer no estabas muy agradable al tacto

-Te odio- le grite de vuelta

-Na, me amas- respondió entre risas

Dylan preparo unos emparedados y zumo de naranja y la puso en la barra de la cocina y compartimos nuestro desayuno con un silencio incomodo que ninguno supo cómo deshacer

-Junio, porque no damos un viaje

-Un viaje?

-Sip, alístate que vamos a pasear

-En serio?, estoy cansada y me duele la cabeza, además mañana trabajamos los dos, no le veo buena pinta a ese viaje la verdad

-Pues yo sí, en 30 minutos te recojo

-Pero Dylan. - no me dio tiempo a seguir discutiendo mi punto porque salió disparado por la puerta.

Empaque algo de comida y agua y cambie mi piyama por unos shorts vaqueros y una camiseta blanca con mis converses nuevos. Y salí para su casa.

-Hola señora Miller - salude a la madre de Dylan- me podría llamar a Dylan.

- hola abril, sí, enseguida te lo busco, pasa siéntate. -me invito

-Junio- me grito un feliz Dylan desde las escaleras- no pudiste esperar 10 minutos por mi

-Nop, algún problema- le cuestione

-Abril querida, quieres pastelitos- me dijo su madre que ya venía con una bandeja llena de estos

-No mamá, abril y yo ya nos vamos

-Hijo, deja que ella responda- pidió

-No gracias señora, acabo de desayunar en casa, muchas gracias- dije

-Tranquila, después pasa y te llevas algunos

-A ok- dije dudosa

Salimos por la puerta aguatando la risa

-Te libraste de una buena, no se quien le dio a mamá que esos pasteles le quedan buenos- dijo sin poder aguantar la risa, contagiándome

-A donde vamos?- pregunté ya sentada en su coche

-A un lugar donde la paz reine, el viento y la naturaleza sean los protagonistas...- dijo con voz dramática

-No tienes idea

-Nop- rio- pero ya veremos

Después de una hora en carretera aparcamos e un parque temático

-Enserio un parque, seguro que tienes 24, a ver muéstrame tu DNI

-Junio, acaso me veo como un niño

Le eche una ojeada y me arrepentí al segundo de hacerlo, vestía un pantalón ajustado y un pulóver azul que abrazaba sus músculos, era más grande que yo así que para continuar con mi escrutinio en su rostro tuve que levantar la vista, y me recibió con su sonrisa con hoyuelos incluidos, tenía el pelo negro un poco desordenado y los ojos tapados por sus gafas, creo que demoré más del tiempo establecido porque sonrió más y dios me dieron ganas de abalanzarme sobre él,

Porqué mi mejor amigo tenía que estar tannnnn guapo?, era una belleza ruda de rasgos bruscos, pero al fin de cuentas era belleza y a mí me tenía idiotizada

Hizo un sonido raro con la garganta y salí de mi ensoñación

-Todo bien- me dijo aun con su sonrisa puesta

-Sip, entremos- no estaba segura de cómo había sonado mi voz y no quería averiguarlo, por lo que casi corrí a la entrada del parque.

Montamos toda clase de aparatos y Dylan gano un gran oso blanco en uno de los juegos, tenía una sonrisa engreída en el rostro cuando pasamos por delante de una casa del terror

-A que no te atreves- me pincho- seguro que a la nena le da mucho miedo

-A mí?, ninguno

-Pues entremos- me arrastró al local y después de pagar las entradas nos montamos en el carrito que nos da el recorrido.
Tres minutos después todo se volvió oscuro y todos los monstruos de todas las pesadillas de mi infancia decidieron aparecer junto a mis gritos de niña histérica.
Me apreté fuerte al cuerpo de Dylan quien no paraba de reír, lo miré un segundo, recordé el beso y me perdí, Dylan se dio cuenta de mi mirada porque se acercó a mi oído

-Te da miedo junio- susurro con voz ronca

Tartamudeé un no y volví mi vista al frente. No podía seguir mirando a Dylan con otros ojos que no fueran la de una amiga, estaba mal, muy mal.

Junio ( Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora