𝘶𝘯𝘴𝘵𝘢𝘣𝘭𝘦 ❛𝓆𝒷∙

1.2K 56 13
                                    

unstable, quentin beck.
contexto
: 2019.
contenido: alternate reality, non-con, dark, squick, whump, without protection.

―Esto se te ha salido de las manos, Beck ―habló Lía Norbert con molestia, quién tenía sus brazos cruzados sobre su pecho, apretando levemente uno de ellos intentando tomar un respiro y evitar hacerle algún daño.

Lía no era una mujer que se molestara fácilmente, pero a veces podía ser muy impulsiva con lo que decía. Aunque, estaba segura de que esta vez su pareja se estaba comportando cómo un idiota.

Eso era para ella en ese momento aquel hombre que amaba con locura, sólo un idiota.

Quentin sólo le miraba indiferente, cómo solía hacer siempre.

―¿Y qué querías que hiciera, dejar que me matara? ¿Eso era lo que querías, cierto? ―respondió con cierta molestia en su voz. Lía sólo le regaló una mirada fría de sus ojos color perla, antes de darse la vuelta.

Eso no le gustó en lo absoluto al único hombre de aquella habitación. Se acercó dando pasos agigantados hacia la mujer, tomando bruscamente del rostro de ésta obligándole a mirar aquellos ojos índigo que encendían en furia. Quentin estaba cegado por su juicio.

―¡RESPONDE! ―gritó febrilmente, sin tener la delicadeza de hacerlo en su cara. Eso fastidió bastante a Lía, su aliento olía bastante a alcohol.

Manoteó su brazo, soltando aquel agarre que había comenzado a marcar su pálido rostro. Su mirada seguía fruncida, juzgando fríamente a dicho hombre que solía llamar «amor».

―Es un niño Beck, deja de ser tan desquiciado y querer arremeter tu venganza contra él ―gruñó con fastidio, tocando delicadamente su cara afectada por su acción anterior. Quentin sólo la observó con traición, antes de alejarse de ella.

―Si tanto lo prefieres a él, ve y tírate a sus brazos ―masculló, observando su reflejo a través del espejo, tocando los leves moretones que sobresalían de su torso desnudo.

Lía había oído aquel descarado comentario, haciendo una mueca en sus labios. No era la primera vez que Quentin soltaba algún mensaje de ese tipo, dónde le acusaba sin escrúpulos cómo para ella sería tan fácil salir e irse a buscar otro hombre, probablemente él estaba muy seguro de que ella ya lo había hecho.

―Ni creas que seguiré tu maldito juego, Beck. Me cansé, estoy harta de que quieras acusarme por cosas que no he hecho, mientras me señalas ¡cómo si yo fuera la culpable de que nuestra relación se esté yendo al carajo! ―alzó la voz, notando como el otro ni se inmutó.

Ella gruñó por eso, caminando decidida hacia el armario comenzando a sacar su ropa llamando la atención de Quentin. Se iría de esa casa ahora mismo.

―¡Espera! ¡Espera! ¡¿Qué carajos estás haciendo?!

―Lo que debí hacer desde nuestra primera discusión ―tomó una maleta antes de comenzar a guardar todo lo que entrara en ella. Sin embargo, el castaño impidió varias veces su cometido, sacando lo que metía―, no insistas ―gruñó ella, guardando todo nuevamente hasta que fue inmovilizada por él.

―Perdóname, hablé de más... sólo dame otra oportunidad. ¡Cambiaré, lo prometo! ―habló con arrepentimiento en su voz, haciendo dudar a Lía como era costumbre. Sin embargo, se negó a sí misma apenas recordó cuántas veces habían pasado por lo mismo.

―Quentin, suéltame ―gruñó.

―Te lo suplico... por favor ―susurró—, no sabes lo importante que eres para mí —sonrió tomando entre sus manos el rostro de Lía, acariciando sus mejillas con ternura.

仇﹒𝐎𝐒 ━━ᴍᴀʀᴠᴇʟ ﹠ ᴄᴀsᴛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora