Don't leave me again - Bechloe.

Capítulo 10

/Recomiendo que pongáis (al menos) el inicio de la canción cuando veáis esto:

《》

También que sea en spotify o alguna app así en caso de que lo estéis leyendo desde el móvil y no podáis tener youtube a la misma vez que wattpad.
Dicho esto, a leer!!/

Llegan a la discoteca que ya está algo llena por los mismo compañeros que estaban en el restaurante, sólo que esta vez han dejado de mantener las formas elegantes y muchos de ellos se han quitado los americanas y corbatas, algunos las llevan puestas en sus cabezas mientras se divierten. Muchas de las chicas se han cambiado los tacones por zapatos más cómodos y plataformas y ríen o se toman selfies con sus bebidas.

El vino a desaparecido y ahora destacan los cubatas, las cervezas y los cócteles en general. De todas las variaciones, colores y alcoholes.

La pista de baile está rodeada de colores neones y luces intermitentes que hacen que la pista quede durante unas milésimas de segundo a oscuras mientras todos bailan hasta que se vuelven a encender y los colores neones reflejados en los rostros sudorosos aparecen de nuevo.

Kommissar guía a Beca hasta la barra haciéndose espacio entre todos. Los que se dan cuenta de que es ella abren el camino sin necesidad de que la alemana se lo tenga que pedir y en cosa de segundos ya están ahí.

−Pide lo que quieras −le dice al oído con un volumen más alto de lo común para que así pueda escucharla por encima de la música.

−Larios con energética −Grita beca a uno de los camareros. Éste asiente para hacer saber que la ha entendido y comienza a prepararle la bebida.

−Para mi vodka con limón −Pide la alemana.

−Pensaba que esos eran los rusos −Le dice beca al oído con una sonrisa que la alemana le devuelve.

Toman sus copas y comienzan a hablar como pueden, al menos hasta que la castaña se suelte un poco.

Y la noche está yendo realmente bien, Beca siente ese leve mareo por las dos copas que se ha bebido en esa hora, estando en el punto perfecto en el que está un poco menos arisca de lo normal pero sigue siendo consciente de todo.

Y es verdad que lleva una hora embobada con la alemana, a la que no ha parado de mirar desde que se fue al baño un segundo para cambiarse a una ropa más cómoda y que ahora lleva una camiseta de rejilla que se transparenta y le permite ver su sujetador también negro.

También está embobada por el hecho de que se le hayan acercado varios tipos a hablarle y Kommissar los ha ignorado totalmente para seguir hablando con la castaña en vez de atender las propuestas de aquellos compañeros de curro.

Para su desgracia a ella no le pasa lo mismo, porque su atención acaba de pasar de los ojos de la alemana a la pista de baile donde le ha sido imposible no reconocer a la pareja que está en ella. El chico alto con los pantalones grises y la camisa color rojo granate −sin americana ni corbata − y a la chica del vestido negro y el cabello rojo.
Sí, son Brett y Chloe, está sonando una canción más lenta y esto les ha hecho bailar de una manera más íntima.

Beca observa la pista, que no está a más de siete metros de distancia y es incapaz de oír a la alemana. La música se vuelve un leve sonido de fondo cuando los ojos de la pelirroja se clavan en los suyos.

La castaña aparta la mirada y toma la mano de la alemana. No le dice nada, no quiere ser la chica que no se aleja de la barra porque no tiene con quien bailar. Al contrario, en ese preciso momento se siente una diosa y quiere demostrarlo.

La alemana se deja llevar por la más baja, algo sorprendida para bien.

Beca se acerca tanto que sólo hay una pareja bailando entre medias de ambas ex mejores amigas, pero es inevitable que no se vean lo suficiente como para no darse cuenta de la cercanía de cuerpos que hay entre Chloe y Brett.
La canción lenta llega a su final y da paso a una con un ritmo más acelerado, una canción atrevida y sobretodo; sensual.