Capítulo 5. Pensamientos a un corto futuro.

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Carol.

–Adelante –dije, luego de escuchar como tocaban la puerta de mi oficina.

Escuché unos pasos acercarse a mi escritorio, pero no levante la mirada, estaba muy atenta a unas hojas en mis manos.

–Hola, hola. Pensé que seguías en Corea, hasta que Lauren me dijo que estabas aquí –mencionó Carson, haciendo que lo mirará.

Creo que Carson será lo más cercano que tendré de un padre. Ese pelo canoso su sonrisa amable y porte de caballero lo hacen ver como el padre perfecto. Desde que lo conozco, acostumbra usar trajes de colores oscuros, lo que hace que sus ojos grises resaltan y muchas chicas estén detrás de él.

Es bastante desagradable ver a cuanta fémina mejor de veinte años quiere una aventura con él, me hace cuestionar que tan asquerosa o patética es su vida para relacionarse con un hombre de cuarenta años. Afortunadamente, Carson jamás ha cedido, pues está casado con una mujer que nada tiene que envidiar a esas niñas.

–¿Por qué estabas buscándome? –pregunté, dejando a un lado mis pensamientos.

–Para saber si ya decidiste que cuadros te llevarás.

–Tengo una ligera idea. Más tarde te envió la lista, tienes las llaves del estudio.

–¿Cuándo deben estar allá?

–En unas dos semanas, más o menos.

–Me pondré a trabajar en ello.

–De acuerdo. ¿Es todo?

–No. Quiero saber, quien se va a quedar al frente de la galería –dijo con curiosidad.

–¿Quieres ser tú? –pregunté, arqueando una ceja.

–No, sólo es curiosidad.

–Eres una persona muy curiosa. Me sorprende que eso te haya mantenido vivo cuarenta años.

–Casi cuarenta y uno. En una semana es mi cumpleaños.

–Bien por ti, será un año más de soportar tu existencia en este mundo –Carson se río, acostumbrado de este tipo de comentarios.

–¿Vas a ir a mi cumpleaños? Krista está haciendo una hermosa celebración.

–Tal vez, podría ir antes de irme.

–Cierto, que te vas ese mismo día. ¿Estas nerviosa?

–¿Por qué lo estaría?

–Es una ciudad nueva, personas con un idioma diferente. ¿No te da miedo?

–No, además, no estoy tan sola cómo crees.

–¿A qué te refieres? –preguntó curioso.

Negué con la cabeza. Confío en Carson para muchas cosas, menos en esta, aquí nadie más que Lauren sabe la verdad. Como otras veces, aceptó mi silencio, acariciando su barbilla con un ligero rastro de barba.

» Okey, lo entiendo. Voy a dejarte sola, sé que algún día me dirás todo.

–No tengas tanta fe –me burlé.

–No es fe lo que me mueve, es cariño y paciencia.

–¿Y funciona? –él me dio una media sonrisa, levantándose del asiento.

–Claro, no por nada hemos sido amigos durante cinco años –respondió, saliendo de mi oficina.

Sonreí un poco. Si él supiera que más que amigo, es como un padre, moriría de felicidad, pero como no tengo ganas de ir a un funeral, me reservó mi respuesta. Seguí leyendo las hojas que tenía en mi mano, concentrándome un poco en los planes que tenía a un cercano futuro.

♣♣♣♣♣

Después de dejar las cosas en orden con el abogado, fui a casa, dispuesta a descansar un poco, y tal vez, terminar de pintar mi nueva colección. Saludé al portero del edificio y me metí en el ascenso, pero un mano detuvo las puertas antes de que se cerrarán.

–¿Mark? ¿Cuál es tu problema? –pregunté al hombre con el que había salido hace un tiempo.

–Te esperé casi todo el día. ¿Dónde te habías ido hace unos días? –preguntó molesto.

–No tengo ninguna razón para contestarte –respondí, saliendo del ascensor y caminando a la estancia.

–¿Ninguna? –cuestionó, tomándome del brazo, haciéndome girar con brusquedad –Soy tu novio, Carol, merezco más respeto de tu parte.

–Tú no eres mi novio, hace meses que terminamos esto, es más, ni siquiera te recordaba –mencioné, arrancando su mano de mi brazo –. Ahora, vete de aquí, no vuelvas y nunca, vuelvas a tocarme de ese modo, no soy ninguna débil y sumisa que se arrodillara ante ti.

–Tienes a otro, ¿verdad? Tienes a otro idiota en tu cama, hay alguien más en tu vida –murmuró –¡Lo sabía! ¡Sabía que eres una fácil! No por nada te fuiste así nada más, de seguro te viste con ese imbécil a otro lado, para proteger tu careta de niña buena –se burló.

Lo mire con expresión cansada. ¿De verdad perdí el tiempo con él? Vamos, ni siquiera tuvimos sexo, de hecho, nunca tuvimos una relación, sólo un par de tragos, algunos besos e insinuaciones, pero me fui cuando vi que era un celoso sin remedio, y aquí está la prueba.

Ignoré todo su parloteo, yendo con la seguridad para que lo sacará, no tengo razones para soportar estos escándalos de niño inmaduro y estúpido. Lo bueno es que me voy por medio año, de lo contrario, me habría mudado.

–Saquen a este idiota de aquí, no tiene autorización para volver –le dije al jefe de seguridad.

Él asintió ante mi petición, sacando a Mark del edificio. Ignoré todo su escándalo, volviendo a entrar al ascensor, marcando el número de piso de mi departamento. Diría que ignoró las razones de atraer idiotas a mi vida, pero conozco bien esas razones: mi fama, fortuna y conexiones.

No me es indiferente porque todos esos hombres de negocio van tras de mí, porque son tan encantadores al principio. Sí, salí con algunos y con algunos me acosté, pero para buena suerte mía, ellos no eran unos patanes, sólo hombres que querían lo mismo que yo, un poco de relajación.

He tenido la fortuna de identificar a estos sujetos, de negarles todo, aun cuando sé que harán una escena digna de novela, alegando que tengo a otro. Dejé mi bolso en la mesa de noche, decidida a tomar un buen baño, cuando mi teléfono celular comenzó a sonar.

Hastiada, fui hacía él, viendo que tenía un mensaje. Decidí abrirlo, ya que no reconocía el número, y para mala suerte mía, se trataba de alguien que comenzaba a ponerme de mal humor.

"Me entere que vienes a Corea en una semana. Eso es bueno, así tendré la oportunidad de saber porque fuiste al bar ese día.

Guarda mi número, presiento que lo necesitarás.

Min Yoongi."

Rodé los ojos y lancé el celular a la cama. ¿Por qué? ¿Por qué de todos los hombres, Min Yoongi tuvo que estar ahí? Me molesta mucho como la única persona que me hizo sentir con una sola melodía, la única que parecía hipnotizarme con la música, haya sido un idiota, arrogante y creído.

Fui a darme esa ducha, esperando que el agua pudiera llevarse todo, que me hiciera olvidar, y, sobre todo, que alejara los malos pensamientos en mi mente, necesito la mente clara para lo que pensaba hacer, una vez establecida en Corea.

♣♣♣♣♣

Hey, vine rápido con actualización, que, espero les guste. Las veré con Detrás de Cámaras en la otra semana. Gracias por leer, leeré sus comentarios.

Love Sonets (Libro 2 de la Saga Legionary)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora