𝐅𝐚𝐧𝐠𝐢𝐫𝐥 ➮ 𝐂𝐡𝐫𝐢𝐬 𝐄𝐯𝐚𝐧𝐬

HALLOWEEN

La música retumbaba en mis oídos, como buena mexicana el reggeton no faltaba, incluso Charly se atrevió a bailar conmigo, aún cuando decía que no sabía hacerlo, patrañas.

Todavía siento sus manos apretando mi cintura mientras mantenía su cabeza en mi cuello. Sentía su respiración y eso era, absolutamente algo que me ponía.

— ¡Shot, Shot, Shot! — Se escuchaban los gritos desde la cocina hasta la sala, donde la multitud de gente (multitud para mi eran 25 personas) bailaba y bebía sin parar.

Charly y yo no nos separabamos por nada, no eramos novios, pero yo sabía que él no me quería como amiga, incluso yo tampoco. Esta bien, conocí a Chris, pero no juguemos a qué él me quiere, no cuando él es un famoso que me dobla la edad.

— Kike y Angeles se perdieron. — Digo mientras apoyo mi cabeza en su pecho que sube y baja con normalidad, no estaba bebiendo, pues le prometió a mamá que me llevaría de una sola pieza a casa. Charly los busca con la mirada, pero no hay nada, se han ido.

— Seguramente se están dando por algún lugar de la casa. — Digo sin mucho tacto. Visualizo a Jenny y a Sam que bailaban, ella mueve todo su cuerpo a la perfección, y él, bueno él se mueve como gusano.

No sé en que momento mi mirada cae a sus labios, sus rosados labios. Él parece notarlo, pues no deja de verme, haciendo que las ganas de besarlo aumenten. Mis manos viajan por su cuello hasta su abdomen, y no me quejo de lo que toco, pues con frecuencia va al gimnasio y me consta que le hace efecto. Sus manos, por el contrario van a mi mejilla, y me da una sonrisa antes de unir nuestros labios. Lo quiero desde los diecisiete, y hasta ahora puedo besarlo. Sus labios saben moverse y sus manos también, es una sensación increíble, no sabía que besara tan bien, no cuando solo tuvo una novia, y gracias a dios fue antes de conocerme.

No es por falta de aire, pero nos separamos.

— Eso fue atrevido, señorita Alvarado. — Dice juntando su frente con la mía.

— No tan atrevido como lo que quiero hacerte. — Digo con media sonrisa. Charly me escucha y se pone colorado. Ay, nunca cambiaría.

No mentía, yo a él podía hacerle muchas cosas, cosas que ninguno había hecho, y cosas de las cuales no podía arrepentirme.