Capitulo 1

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Alemania, 1812, el país estaba dividido gracias a las guerras napoleónicas, y el estado de dicho país no era el mejor, pero suroeste del país vivía una familia a la cual esto no le afectaba, puesto que estos al vivir en la llamada Selva Negra (lugar donde los campesinos y obreros de bajos recursos vivían), no fueron dañadas en gran manera.

Esta familia de la que les hablo consistía de cuatro integrantes, un leñador, una madrastra y dos hermanos, Hansel y Gretel. Estos últimos eran algo rebeldes con su madrastra, en especial Gretel, pero eran tenían 14 años y la rebeldía destacaba en ellos.

La madrastra era algo extraña para los hermanos, sus actitudes lo eran más que nada, cada mañana cuando regresaba de coger las cosechas ella siempre regresaba manchada de sangre, siempre se excusaba diciendo que se lastimaba con las tijeras especiales para la jardinería, pero ambos menores sabían bien que algo no cuadraba, las desapariciones de los niños de 15 años en toda la villa y que la que se hacía llamar su madre siempre tuviera sangre fresca cada mañana al despertar.

Cierto día ambos niños despertaron a la misma hora que su padre, esto no era algo extraño, de hecho era muy común en su rutina diaria, la cual consistía en levantarse, ducharse cambiarse y comenzar a trabajar. Hansel con su padre y Gretel con su madrastra.

Continuando con el relato... Se levantaron y se alistaron, desayunaron y cada uno fue a su respectiva labor, Hansel iba el bosque a cortar leña y Gretel se quedaba a hacer labores del hogar lo cual no le desagradaba, pero le incomodaba estar con su madrastra.

—Gretel, querida, ven aquí, quiero cepillar tu cabello— Dijo la mayor mientras tomaba el cepillo de cabello de la mesita de noche que estaba al lado de su cama.

La niña con demasiada desconfianza se acercó y se sentó en una silla del comedor para que le cepillaran el cabello. La madre se acercó a ella y comenzó a realizar la acción que antes descrita.

—Eres muy linda, mi niña— Soltó de la nada aquella mujer —Tu cabello es muy hermoso, es dorado y brillante, tus ojos parecen dos lindas perlas, tu piel es muy suave, tanto que...—

La frase se quedó al aire y terminó de cepillar el cabello de la menor, para posteriormente limpiar sus labios.

—Comencemos a limpiar—

Y así fue hasta que la noche cayó y los dos varones llegaron con un venado y leña

—Vamos a cenar. Mujer, enciende el fuego—

Después de lo ocurrido en la mañana, Gretel ya no quería acercarse a la mujer para nada en el mundo, pero claro eso es imposible.

La cena terminó y fueron a dormir. Hansel y Gretel se fueron a la cama, pero ninguno conciliaba el sueño.

—Le tengo miedo—  Dijo Gretel mientras miraba el techo —¿A quien?— Hänsel no había comprendido muy bien

—A ella, es tan misteriosa que cerca de ella mi corazón late a mil por hora, me causa escalofríos su simple presencia— Hänsel tomó su mano y la miró —También siento eso, también le tengo miedo, desde hace un tiempo veo que no come pero no le afecta—

Gretel no se había percatado de aquello, pero era cierto, eso es solo hacia levantar sospechas entre ambos hermanos.

—Tenemos que huir, huir muy lejos— Respondió Gretel —Antes de cumplir los 15— Agregó ella y suspiro

—Buenas noches Hänsel—

—Buenas noches Gretel—

Hansel y Gretel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora