Martes... un día lleno de nuevas consultas. Días como hoy son de los más desgastantes, pero conocer personas y darles un pequeño espacio en mi mente es de las cosas más interesantes de mi trabajo. Observé la historia clínica del siguiente paciente y me sorprendí al ver un nombre que reconocí, Dylan Edom... Había atendido a ese hombre hace pocos días, suspiré, «¿Cómo consiguió consulta tan rápido?». Ni modo, debía atenderlo y continuar con lo que habíamos empezado. Salí de mi consultorio y grité "El siguiente", vi como el hombre se ponía de pie y caminaba en mi dirección. «Al menos esta vez llegó a tiempo»
—Aquí estoy, a ver si esta vez si podemos recolectar la información suficiente.
—Por aquí por favor— Indiqué el camino con mi mano.
Ingresamos al lugar y el hombre tomó asiento. Se veía tranquilo, en total control y muy bien vestido, tal vez demasiado, cualquiera pensaría que venía de un desfile de modas o algo así. Dylan volteó en mi dirección, pidiéndome que me sentara y comenzáramos de una vez con las preguntas, y así fue, esta vez la información no haría falta.
—Cuénteme señor, ¿Cómo se ha sentido estos días?
—Bastante inquieto, no deseo que le den mi puesto a alguien más...
—Y ¿Por qué es tan importante para usted llegar a ese cargo?
—Verá, desde pequeño he tenido un vida bastante complicada, así que obtener el puesto me traería un poco más de estabilidad y paz mental.
—¿A qué hace referencia con una vida complicada?
El hombre se puso en pie y comenzó a caminar por la habitación, observaba los libros con detenimiento mientras movía el enorme anillo rojo que se encontraba en su dedo anular. Parecía debatir si debía dar la información o no. Finalmente, dijo:
—Mis padres me abandonaron cuando era muy pequeño, toda mi vida estuve de hogar en hogar, nunca perteneciendo realmente a ninguno. No duraba más de 3 o 4 meses con una familia porque no me entendían, yo no encajaba y lo sabía. Eso duró varios años, hasta que pude escapar de aquella ciudad y cuidar de mí mismo.
Caminó un poco por el lugar y llegó a la ventana, donde se podían apreciar los árboles que acompañaba la calle principal y los pájaros que viven en ellos. Nuevamente comenzó a tocar su anillo rojo y su mirada se comenzó a perder en el horizonte. Sentía que él estaba siendo honesto, pero estaba dando información básica, no había nada de profundidad y allí habían más secretos que él quería mantener ocultos. «Dejaré que finalice su relato y luego haré unas cuantas preguntas claves, veremos si es tan razonable como quiere hacerse ver»
—Fué así como terminé viviendo a mis 15 años con unos señores de un barrio al cual a usted no le gustaría ir... ellos no eran buenos conmigo, pero por lo menos no me miraban extraño, ni me juzgaban constantemente.
El hombre contaba aquel relato con su rostro completamente plano, no había rastro de ningún tipo de emoción negativa, parecía más aburrido que otra cosa, perfectamente hubiera podido estar hablando de quién ganó el partido del fin de semana o cual es la temperatura actual... ¿Cómo podía decir semejantes cosas sin sentir por lo menos un poco de dolor o expresar algo de tristeza en su rostro? y ¿Por qué no podía dejar su anillo quieto de una vez por todas?
—Después de eso comencé a trabajar para ellos, aprendí las virtudes de los buenos negociantes y logré obtener mi título profesional. Y henos aquí, tratando de llenar un informe para poder tener al fin el trabajo que merezco y poder vivir como el ser superior que he probado ser... todos mis compañeros actuales verán quien es el que manda.
—Pero parece estar en un buen cargo actualmente, teniendo en cuenta su vestimenta y el anillo que lleva.
—Oh no se confunda, la imagen es lo más importante en las ventas, aparentar y manipular es el pan de cada día. Pero este anillo es de mi hermano, lo tomé prestado sin permiso, pero es sólo para una reunión importante, se lo devolveré en unos dias.
—¿No me acaba de decir usted que no tiene familia?
—Digo que Finn es como mi hermano, pues él es quien me dio el empleo y si no fuera porque me conoce de hace mucho, ya hubiera salido de la empresa por las peleas en el trabajo. Bueno, también está el hecho de que me necesitan para poder mantenerse en pie.
—Muy bien, y ¿actualmente dónde vive?
—En aquel barrio que le menciono, es más sencillo trabajar con los señores viviendo allí.
—El tiempo se ha acabado, creo que ha sido un día bastante productivo, sin embargo hay mucha información que no está completa. No me ha mencionado nada acerca de sus relaciones aparte de la amistad con Finn, ni del trabajo que realiza con estos señores que menciona, considero que es necesaria una sesión más.
Dylan gruñó por lo bajo, se veía que estaba llegando a su límite y se notaban las ganas de golpearme; por otro lado, yo necesito hacer mi trabajo y quiero hacerlo bien. Se despidió con un "adiós" seco y salió disparado por la puerta. Yo me limité a llenar el informe correspondiente y salir del consultorio. En estos casos recurría a Hayden, pero ahora que él no está aquí para ayudarme, tendré que hacer las cosas a la antigua e ir a la biblioteca. «Algo no parece ir bien, lo sé y no lo dejaré pasar así como así.»
Salgo a la calle a esperar el bus que tanto tomé en mis tiempos de universidad. Un mensaje llega a mi celular, así que lo saco unos segundos, es mi novia invitándome a cenar, «Si realmente quiero lograr algo con ese paciente, debo leer bastante, no tengo tiempo para citas hoy», así que envío un mensaje diciendo que no puedo hoy.
Siento unos ojos observándome fijamente, así que giro y allí está Dylan, se ve más tranquilo que hace unos minutos y con una sonrisa que si soy completamente honesto, me da algo de escalofríos, lentamente se acerca a mí y posa sus manos en mis hombros. Por un momento siento que la presión de su agarre aumenta, como si quisiera empujarme hacia la carretera, pero de un momento a otro me jala en dirección opuesta, cayendo a un lado cual bulto de papa, pero lo más importante, quitándome del camino del enorme bus que no había logrado frenar y había perdido el control. «¿Qué rayos acaba de suceder?» Me encontraba en el suelo, mi mano raspada y el dolor en mi brazo aumenta con el paso de los segundos. «Olvida los planes James, la biblioteca tendrá que esperar»
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El Siguiente
Mystery / ThrillerEn el mundo de la psicología, nunca sabes quien te va a llegar, pero el Sr Black no tiene ni idea de lo que le espera con su nuevo paciente, él será el siguiente. Completa! No se permiten adaptaciones, traducciones, ni obras derivadas, sin el permis...