IV.

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Pasaron semanas, demasiadas, en las que me costó encontrar cada ingrediente para el hechizo.

Pero lo hice.

Mezclo todos los ingredientes en un recipiente y dibujo el sello de sangre sobre la puerta de mi habitación, respiro hondo y repito las palabras del conjuro.

Espero que funcione.

—Dabo aliquantulus of animam meam ad iter et per id videre cupio ...

El sello se ilumina un poco, toma un color casi dorado, pero eso es todo.

¿Debería abrir la puerta?

Tengo miedo y siento como mi mano tiembla cuando sujeto la manija pero la giro y abro la puerta que da a mi habitación.

Lo que veo no es mi habitación.

Es la habitación de alguien más, la casa está hecha de madera eso es obvio y hay pocas cosas. Un pequeño catre, un velador, una lampara, una silla y una mesa donde reposa una pequeña maleta de cuero desgastado.

Me atrevo a entrar a ver un poco más y escucho unos pasos.

Retrocedo un poco por el miedo pero la puerta del frente se abre antes de que me aleje por completo dejando ver a un joven rizado.

—¿Joel? —me atrevo a pronunciar.

Mi corazón desea que sea él. Es tan apuesto, maldita sea.

—¿Erick? —pregunta y me da una mirada desconcertada —¿Qué haces aquí?

—¿Me recuerdas? —murmuro sorprendido porque ha pronunciado mi nombre.

Él sonríe y a la vez niega con la cabeza —¿Pero que dices.?.. no quieras cambiar esta conversación, señorito —frunce el ceño.

—¿Acaso vas a un carnaval? ¿qué traes puesto? —quiero decirle que se equivoca que mi ropa está de moda pero recuerdo que este no es mi tiempo.

—Yo... qu-quería... —balbuceo sin saber que decirle.

—Ya te he dicho que no. Y no voy a cambiar de opinión, este viaje es muy peligroso y no quiero que te pase nada malo —se acerca a mí y sujeta mis manos mirándome directamente a los ojos —No te preocupes por mí, voy a regresar...

¿Viaje? ¿Regresar?

Entonces lo comprendo. Él aún no se ha ido, no ha subido al barco, no ha muerto.

Joel sigue vivo.

La puerta detrás de mí, por donde entré, brilla un poco y me doy cuenta que ya ha pasado el minuto que tenia.

Ya conozco el rostro de Joel, debería ser suficiente porque ha sido mi plan inicial. Ver su rostro y conociendo su nombre y su cara llamarlo otra vez con la ouja. Pero no es suficiente.

Aprieto el agarre en su mano y lo jalo conmigo, abro la puerta y la cruzamos, ambos.

Caemos al suelo, en la sala de mi casa.

—¿Por qué hiciste eso? —pregunta levantándose del piso y me ayuda a levantarme también —Ya es tarde y tengo que seguir empacando —dice y se acerca a la puerta para abrirla.

Joel entra y yo lo sigo, estamos en mi habitación.

Sus ojos se abren completamente y gira para mirarme porque claramente no entiende nada.

Mis mejillas se calientan y siento calidez en mi corazón también.

No puedo creer que haya funcionado.

Tengo a Joel en mi tiempo, lo salvé.





¿Alguien ha leído la descripción de la historia y entiende de que va esto o nel?

Voy a tratar de terminar esto aunque este inactiva. :3

1922 ×Joerick×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora