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Ha pasado una semana desde que vi a mi mamá y todavía no he hecho lo que dijo. No he hablado con Lisa sobre nuestra relación, ni de mis problemas de dinero. Aunque le dije a mamá que lo haría, no puedo evitar seguir pensando en lo peor. Sé lo que Lisa haría en ambas situaciones; tendría una relación conmigo si eso es lo que yo quiero, o no lo haríamos oficial si eso es lo que yo quiero, y ella me daría mucho dinero si eso es lo que yo necesito. Ella no hace mucho por ella misma, todo lo que hace es satisfacer a otras personas. Algo que no me sorprende por lo cariñosa y bondadosa que es, pero es tan desinteresada que no sé cómo hablar con ella. Por eso me acobardé. La vi esa misma noche y ella estaba sonriendo, luciendo hermosa como siempre, no quise arruinarlo hablándole de algo que ella resolvería desinteresadamente sin importarle nada más. Tal vez mencione algo este fin de semana. El fin de semana en el que no he dejado de pensar.

Desde la noche que Lisa me invitó a irme con ella por un fin de semana, la única vez que ha vuelto a mencionarlo fue cuando
Ella le pidió fotos del lugar en que nos quedaremos. Es una hermosa casa de playa en Cape May. Se ve costosa, pero por supuesto que Lisa nunca me dirá el precio. Tiene una piscina privada, jacuzzi, balcón y terraza, también al parecer tiene 6 cuartos, aunque solo seamos nosotras tres las que nos quedaremos ahí. Sin embargo no me importó lo extravagante que parece, claro que Ella lo amaría porque no está acostumbrada a algo así, pero a mí me da igual. Podríamos pasar una semana acampando y aunque usualmente me molestaría, no me importaría porque tendría a mis dos chicas conmigo.

Tampoco significa que no disfrutaría la extravagancia. Todo fue idea de Lisa y no es que no me haga feliz que ella gaste dinero en nosotras, es solo que no es necesario. Pero la verdad no he estado tan emocionada por algo en mucho tiempo. Desde Ella. O al conocer a Lisa, pero esa vez estaba más nerviosa que emocionada. Este fin de semana será increíble. Sin duda Ella no va a parar de sonreír, pasar el tiempo con Lisa y conmigo además de estar tan cerca de la playa, la dejará extasiada. Y luego está Lisa. Los momentos entre las tres son simplemente perfectos, pero luego está lo que pasa entre ella y yo cuando estamos solas. El afecto y la ternura, luego la lujuria y la pasión, todo es tan irreal.

La emoción y la calidez en mi corazón me abandonan tan pronto llego al salón de Ella para recogerla de la escuela y me encuentro a mi pequeña niña toda gruñona y malhumorada.

- Hola, bebé. ¿Cómo estuvo la escuela? - le pregunto de todas maneras, arrodillándome a su altura e inmediatamente notando el mal gesto en su rostro - ¿Qué pasa?

- ¡Nada! - Ella me empuja, casi haciéndome perder el equilibrio y se va. Rápido recupero la compostura y la sigo.

- Ella, no te alejes de mí. Te hice una pregunta. ¿Qué pasa? - yella ni siquiera me mira. Mi hija camina un par de metros adelante de mí, hacia las puertas de la escuela, su enojo forzando a sus piernas a caminar más rápido de lo normal, pero no tanto como para que no pueda seguir su ritmo - No me ignores, Ella. ¿Qué pasó? ¿Te hicieron bullying otra vez?

- ¡No!

La mañana del lunes, después de que Lisa me dijo de los problemas en la escuela, fui a hablar con la maestra. Le pregunté si estaba enterada de la situación -que sí lo estaba- y por qué no me habían informado. Al parecer dos pequeños niños la han estado molestando, preguntándole dónde está su papá y que por qué está tan feliz de tener dos mamás, cuando no debería estarlo. Lisa y yo estábamos muy enojadas de que no nos hayan dicho nada, en vez de eso, la maestra había hablado con el padre de los niños sobre el problema y lo alentó a que hablara con sus hijos. La maestra pensó que había funcionado y no había notado que estaba pasando de manera más silenciosa y secreta, hasta que hablé con ella y empezó a prestar más atención. Acordamos una reunión de padres para la próxima semana, para hablar, Lisa estableciendo que ella estará ahí para conocer al "bastardo homofóbico" que es el padre de esos niños.

The Donor | Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora