Capítulo 1

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Antes.

Estaba pensando en que ponerme hoy tengo una fiesta oh Dios, no se ni lo mínimo que me puedo poner, exactamente la fiesta es a las 11 y ¿que hora es? 10:30 de la noche, genial que demorona soy.

En toda mi habitación había ropa por doquier, zapatos por todas partes, definitivamente mi habitación era un mall, enserio.

Estaba renegando tanto en encontrar esa ropa que estaba buscando desde las 6 de la tarde, hasta que alguien me toca la puerta.

- ¿Quien?.-grite enojada.

- Hija soy yo.-era la voz muuuy pasiva de mi madre, definitivamente no salí a ella.

- Mamá, pasa pero con cuidado.

- T/n, ¿qué es esto?.- empezó a mirar con asombro mi habitación.

- Ma, no has visto.-me interrumpe.

- ¿Eate conjunto?.-levanta las prendas que estaba buscando hace horas.

- Ay mami te amo.-la abracé.

- Este desorden lo arreglará Marina. [La empleada]

- Está bien, iré al baño a arreglarme tengo taaanto que hacer.

- Hija, ¿Orlando te llevará? [El chofer]

- Nop, Tadeo, Lucía, Nicol y Andrés vendrán.

- Cielo trata de no hacer tanta bulla recuerda que Jacky y Lucero, vendrá esta noche.

- Sisi, ma hablamos.

~

Terminé de bañarme y me empezé a poner crema a mi cuerpo, no quería ir tan exagerada ni tan simple, mis amigos llamaron y me dijeron que ya estaban pasando por mi y les dije que no, aún estaba en nada pero me dijeron que ni Tadeo ni Andrés irían, tuvieron partido de futbol y están exhaustos.

Me terminé de arreglar son las 12:45, hoy me voy a divertir, algo de putería sacaré hoy seré la reina de la fiesta, me importa un pepino si me peleo con Tadeo que bipolar, empezando desde el vestido.

Me terminé de arreglar son las 12:45, hoy me voy a divertir, algo de putería sacaré hoy seré la reina de la fiesta, me importa un pepino si me peleo con Tadeo que bipolar, empezando desde el vestido

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Lu me mando la dirección así que salí de mi cuarto, lo cerré con llave y empezé a bajar menos mal mis primas aún no estaban.

Ya estaba por llegar, guardé mi celular ya que la música se escuchaba a 3 cuadras.

Llegué a la esquina de aquella casa, definitivamente eso ya no era una casa, parecía una discoteca, un grupo de mujeriegos estaban saliendo de la fiesta ¿por que sé? Simplemente en la forma en como caminan haciendose los mejores solo por cogerse a unas fáciles y al final las dejan.

Me llamó más la atención uno de cabello dorado y alborotado, tes blanca y demasiado alto, empezaron a caminar, pase por su costado y me violó con la mirada y me dijo.

Jugando al mismo juego (Max Valenzuela y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora